El presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, Salvador del Rey, ha pedido este martes una mayor definición legislativa y «claridad» normativa para los despidos objetivos de trabajadores por falta de adaptación a las nuevas tecnologías, así como periodos de prueba de un año para los contratos indefinidos y descausalizar el empleo temporal.
Así lo ha señalado Del Rey durante la presentación del Anuario del instituto de Estrategia Legal de Recursos Humanos, titulado ‘Marco regulatorio de los Recursos humanos: nuevos retos ante la globalización y el cambio tecnológico’, editado en colaboración con ManpowerGroup.
Del Rey ha sostenido que «la formación no solo es un derecho, sino también un deber de trabajadores», especialmente ante el contexto tecnológico actual, por lo que considera que es necesario una mayor definición de la regulación «enormemente compleja» sobre los despidos objetivos por falta de adaptación a las nuevas tecnologías.
Asimismo, Del Rey ha realizado un balance «moderadamente positivo» de la reforma general de 2012, que «en general» es «positiva» para el conjunto de los directores de recursos humanos, sobre todo por la flexibilidad interna para las empresas, por lo que el instituto «no va a defender que se den pasos para atrás», si bien espera que el proceso de reforma del marco normativo laboral avance y «no se detenga».
En este sentido, ha pedido mayor «claridad» de las normas y que la normativa laboral presente «proactividad» y no solo sea «reactiva», sino que se adelante para prevenir los posibles conflictos laborales que puedan surgir.
Asimismo, ha abogado por la introducción de modificaciones en la regulación de contratación, teniendo presente que la contratación temporal «tiene que tener su lugar». «La forma de reducir temporalidad no es sancionar ni restringir la temporalidad, sino dar alternativas», ha subrayado Del Rey, quien ha apostado por ampliar el periodo de prueba en los empleos indefinidos y por descausalizar los temporales.
Para conseguir «atraer» la contratación indefinida, Del Rey cree que se debería ir «más allá de las bonificaciones y se tendría que hacer más atractiva este tipo de contratos, para lo que propone establecer periodos de prueba de 12 meses para medir la competencia del trabajador sino y para que la empresa tenga tiempo suficiente de evaluar la necesidad de ese puesto de trabajo.
El catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social ha remarcado la importancia de «descausalizar» los contratos temporales con el objetivo de que la empresa no tenga la obligación del uso de dicha modalidad, fijando, eso sí, un tope temporal que podría ser de dos años, acompañado de un «papel preponderante» de la negociación colectiva.
De igual forma, se ha referido al «esfuerzo» realizado por las empresas en los últimos años para avanzar a fórmulas de retribución variable, pero ha criticado que la normativa «no está preparada y es dificilísimo cambiar esta remuneración de un año a otro sin tener que aducir situaciones dramáticas.
Igualmente, ha remarcado la importancia de modernizar el sistema de negociación colectiva, para lo que ha sugerido la posibilidad de la inaplicación de convenios colectivos si no se alcanzar acuerdo, evitar la ultraactividad de convenios y dar prioridad en determinadas materias al convenio colectivo de empresa, al tiempo que ha apostado por una mayor regulación de la huelga al haber un sistema «enormemente desfasado».
A su vez, ha pedido un marco regulatorio en los procesos de subcontratación que dé garantías y favorezca la competitividad de las empresas, ya que prevé que tengan un papel más relevante en los próximos años.
Por su parte, el presidente ejecutivo de ManpowerGoup, Raúl Grijalba, ha demandado un pacto por la empleabilidad para capacitar a los dos millones de parados de larga duración, de los que 800.000 son jóvenes sin cualificación, y que incluya una reordenación de las políticas activas de empleo; todo ello ligado a medidas de transformación digital.
LA IRRUPCION DE LOS ROBOTS, EL «GRAN DESAFIO» LABORAL
Por último, Del Rey ha advertido de la «clara competencia» de sustitución de puestos de trabajo que supondrán los robots y las máquinas en el futuro inmediato, lo que a su juicio es el «gran desafío» del mercado laboral.
Para afrontar este reto, ha subrayado la importancia de adaptar el marco regulatorio del factor humano en el trabajo a esta competencia, ya que grandes potencias como Estados Unidos o China apuestan decididamente por la inteligencia artificial y la robótica.
«El efecto de irrupción en el mercado de trabajo va a ser indudable», ha alertado Del Rey, quien ha señalado que el coste de los robots va a disminuir un 20% mientras que el rendimiento subirá un 5%.
Además, ha señalado que los humanos doblan su productividad cada 10 años mientras que los robots lo hacen cada cuatro; el tiempo de amortización de un robot va a pasar de los 5,3 años en 2010 a los 1,3 años en 2017, y actualmente el 8% de los trabajos lo puede hacer un robot, mientras que para finales de 2020 se prevé que puedan desempeñar ya el 26%.
ROSELL PIDE «ADAPTAR A LA REALIDAD» LA NORMATIVA LABORAL
De su lado, el presidente de CEOE, Juan Rosell, ha criticado durante la presentación a los que dicen que van a cambiar la regulación laboral «de arriba a abajo» y ha afirmado que las propuestas del instituto «enfocan muchas vías por las que tendremos que ir».
Rosell ha recordado que España acumula más de 50 reformas laborales y cuenta con 7.000 normas de trabajo a todos los niveles, por lo que ha pedido acabar con los «parches» en legislación laboral y «repensarla y adaptarla a la realidad».
Para reducir el desempleo en España, ha señalado que «hay que ser valientes en las reformas, quien más las haga, mejor las haga, más rápido, con mayor profundidad y con planteamientos basados en la realidad, crecerá mejor y creará empleo».
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