Perfiles distintos, otro sistema de trabajo, una nueva forma de ejercer el Derecho. Los expertos reunidos en la mesa redonda “La importancia estratégica de la tecnología en el futuro de la abogacía”, organizada por ESADE Law School en Madrid, coincidieron en que la introducción de la inteligencia artificial en el desarrollo de su trabajo marcará un antes y un después en la profesión. En concreto, lo harán tecnologías como la de Watson, herramienta de computación cognitiva de IBM y cuyo objetivo es ayudar a la toma decisiones. Un dispositivo que, por otra parte, deberá ser ‘alimentado’ por nuevas categorías de abogados.
“Las máquinas que vienen, como es el caso de Watson, ayudarán a escalar conocimiento, acelerar la experiencia y nos dará una mayor perspectiva para tomar decisiones”, comentó Elisa Martín, directora de Tecnología de IBM en España, para quien este tipo de sistemas ayudará al ser humano a realizar aquello que sería incapaz de hacer estando solo. “Observará y procesará mucha más información que un ser humano y no sólo eso, aprenderá conforme se trabajando con ellos”, explica.
Salvador del Rey, socio de Cuatrecasas, Goçalves Pererira y catedrático de Derecho del Trabajo de ESADE Law School, aclaró que la presencia de esta tecnología no sustituirá al abogado, al contrario, le necesitará para “ser alimentada”, y no por cualquiera: “Por los mejores, lo más preparados, los que sepan adaptar su de trabajo a la tecnología”. Una labor que, además, irá mucho más rápido. “La inteligencia artificial acelerará el proceso de maduración de los profesionales”, añadió.
Integración de las TIC en el día a día del abogado
Para José Luis Rivas, director de Software Legal de Wolters Kluwer España, la transformación ya lleva tiempo abriéndose camino en el ejercicio del Derecho. ”El cliente siempre está en línea —explicaba—, y ahora disponemos de las herramientas necesarias para acercarle el servicio, para personalizarlo, para estar presente. Lo que tenemos que hacer es ser capaces de integrarlas en nuestro día a día”.
Pero aún queda, terció José Luis Requero, magistrado del Tribunal Supremo, para el que “es inconcebible que en la Administración Jurídica no sepamos, al término del día, cuántos casos se han resulto o están en ese proceso cuando, por ejemplo, el director comercial de un gran almacén sabe cuánto ha vendido en una hora concreta con un solo golpe de clic”. Requero achaca esta circunstancia a que en el sistema público, “todavía se debate si, a nivel tecnológico, estamos en la Alta o en la Baja Edad Media”. En todo caso, cuando entre la tecnología jamás podrá sustituir al ser humano en el proceso de toma de decisiones porque ésta es “una labor de artesanía que no puede realizar ninguna inteligencia artificial”, afirmó.
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