La Fundación Randstad ha presentado un nuevo proyecto de economía circular y transformación del conocimiento digital que reúne a distintas organizaciones para conseguir acercar la tecnología a las personas con discapacidad.
La iniciativa denominada Brecha Digital ha sido concebida como un proyecto participativo, para reducir la brecha de uso y de acceso digital, esto es la falta de conocimientos digitales o la falta de recursos en el acceso a la tecnología.
En este proyecto todos los stakeholders del ecosistema social de la Fundación pueden intervenir. Las empresas, a través de la dotación de recursos (materiales, económicos y humanos) para romper la brecha de acceso, y participar en la mejora de la formación; las entidades sociales, coordinando a las personas beneficiarias de este proyecto; y los voluntarios de las empresas que participan, impartiendo los talleres de capacitación tecnología y mejora de la empleabilidad.
Desde el ámbito empresarial se han unido a este proyecto compañías tan destacadas como Vodafone, Microsoft, Fundación Accenture, Fundación Prosegur, Capgemini, Nationale-Nederlanden, Fundación CEOE, Sopra Steria, Sage, RSI Caja Rural, CGI y el Colegio de Registradores de Madrid.
Para Jesús Echevarría, presidente ejecutivo de Randstad España, Portugal y Latam, y presidente de la Fundación Randstad, “Conseguir este gran apoyo es una garantía para este proyecto, con el que pretendemos acercar la tecnología a las personas menos favorecidas, para que puedan acelerar su búsqueda de empleo. Además, acciones como estas ponen de manifiesto la gran sensibilidad que hay en el tejido empresarial por ayudar”.
Microsoft ha sido una de las empresas que ha participado en el proyecto y según Carlos de la Iglesia Fuentes-, director de Desarrollo Corporativo de Microsoft Ibérica, “En Microsoft estamos absolutamente comprometidos con el desarrollo de iniciativas que ayuden a la capacitación en habilidades digitales de las personas con discapacidad y promuevan su inserción laboral. En este sentido, el proyecto Brecha Digital de Fundación Randstad representa una excelente oportunidad para mejorar la empleabilidad de este colectivo y su acceso a una carrera profesional en el campo de las nuevas tecnologías.”
Según Remedios Orrantia Pérez, directora RRHH e Inmuebles en Vodafone España, compañía colaboradora del proyecto, “En Vodafone tenemos el propósito de acercar la tecnología a las personas, es por ello hemos querido contribuir, desde nuestro lado más solidario, en este proyecto de la mano de la dirección del negocio, aportando 200 tarjetas SIM de datos que acerquen la tecnología y faciliten aspectos como la digitalización de este colectivo.”
Asimismo, para Ana Millán, directora de Negocio Responsable de Accenture en España, Portugal e Israel y directora de la Fundación Accenture en España, “En Accenture, nos hemos comprometido a alcanzar la cero generación de residuos impulsando la economía circular, mientras trabajamos para que nadie se quede atrás en la nueva era digital a través de nuestra Fundación. Por eso, llevamos años trabajando para que los portátiles y CPUs utilizados por nuestros profesionales tengan una segunda vida, donándolos a las ONGs que más lo necesitan y consiguiendo así un doble impacto: social y ambiental.”
La formación, pieza clave para conseguir la integración laboral
El proyecto de Brecha Digital consta de tres fases fundamentales. Primero, las empresas donan recursos: ordenadores, tarjetas de datos y software. Estos recursos son reacondicionados para darles una segunda vida (economía circular) y Fundación Randstad hace entrega de este material informático a las personas con discapacidad y en riesgo de exclusión social que lo necesitan. El objetivo es beneficiar hasta 200 usuarios.
Finalmente, se realiza la fase de formación con un programa de 40 horas divididas en dos partes. Una primera, donde se imparte a los usuarios de la Fundación conocimientos y competencias digitales; y otra segunda, con talleres para mejorar su empleabilidad, apoyados por voluntarios Randstad, para mejorar sus oportunidades en la búsqueda de empleo.
En esta última etapa del proyecto el tejido empresarial vuelve a tener un papel relevante, ya que son los voluntarios de las empresas los que se encargan de enseñar a las personas con discapacidad, aportando sus conocimientos a mejorar sus competencias digitales.
Para María Viver, directora de la Fundación Randstad, “La digitalización es una realidad que trae muchas oportunidades, pero también puede abrir brechas. Desde Fundación ayudamos a nuestros usuarios a adquirir las competencias adecuadas, que les aporten una ventaja competitiva a la hora de buscar un empleo. Por ello, hacemos de este proyecto un proyecto transversal abierto a todos que quieran participar para fomentar una sociedad inclusiva donde las personas con discapacidad puedan conseguir un puesto de trabajo que les permita conseguir su autonomía económica, profesional y personal”.
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