El verano es una época perfecta para que los niños aprovechen su tiempo libre de manera productiva. Aprender un nuevo idioma durante estos meses no solo es posible, sino también divertido y lleno de beneficios. Además, los expertos en educación coinciden en que el verano es un momento ideal para que los niños se sumerjan en un segundo idioma sin la presión del año escolar y que ayuda a combatir el ‘Summer Slide’, un fenómeno bien documentado que describe la pérdida de conocimientos académicos durante las vacaciones de verano.
Estudios indican que los niños pueden perder hasta dos meses de aprendizaje en lectura y matemáticas si no mantienen sus mentes activas. “Aprender un nuevo idioma es una forma efectiva de evitar esta pérdida, manteniendo a los niños mentalmente activos y preparados para el próximo año escolar”, explica Roberta Madrazo, directora educativa de Nominis, que señalan cinco ventajas de formarse en un nuevo idioma en la época estival:
- Beneficios cognitivos del aprendizaje de idiomas. El aprendizaje de un segundo idioma en una edad temprana trae consigo una serie de beneficios cognitivos. Numerosos estudios han demostrado que los niños que aprenden otros idiomas desarrollan mejores habilidades de resolución de problemas, mayor capacidad de concentración y una mayor creatividad. Estos niños tienden a tener una mayor facilidad para aprender otros idiomas en el futuro, lo que les proporciona una ventaja significativa en su educación y desarrollo personal. Los expertos de Nominis señalan que recientes estudios han determinado que los cerebros de niños expuestos al bilingüismo desde edades tempranas presentan una mayor densidad de materia gris en la superficie cortical y en el lóbulo parietal inferior.
- Ventajas sociales y culturales. Aprender un idioma extranjero también tiene grandes beneficios sociales y culturales. Los niños que aprenden idiomas tienen la oportunidad de entender y apreciar otras culturas, lo que fomenta la empatía y la tolerancia. En un mundo cada vez más globalizado, esta comprensión intercultural es esencial. Aprender dos idiomas desde la infancia desarrolla la capacidad de reflexionar sobre el propio pensamiento y mejora las habilidades de pensamiento crítico, al mismo tiempo que puede ayudar a los niños a comunicarse con personas de diferentes orígenes, ampliando sus horizontes y enriqueciendo sus experiencias personales.
- Métodos divertidos y efectivos. Para que el aprendizaje de idiomas sea efectivo, es crucial que sea divertido y atractivo para los niños. Juegos, cuentos, canciones, actividades interactivas y proyectos colaborativos son algunas de las formas en que se puede hacer que el aprendizaje de idiomas sea una experiencia lúdica y memorable. “Estas metodologías no solo mantienen a los niños interesados, sino que también facilitan una mejor retención del idioma, haciendo que el aprendizaje sea más efectivo”, mantiene el equipo educativo de Nominis.
- Programas personalizados para el verano. Muchos programas de verano ofrecen la oportunidad de aprender idiomas de una manera flexible y adaptada a las necesidades individuales de cada niño. Estos programas pueden incluir campamentos de día, contenidos interactivos como los que ofrece Nominis y talleres temáticos, lo que permite a las familias elegir la opción que mejor se adapte a su horario y preferencias. La personalización y la flexibilidad son claves para asegurar que el aprendizaje sea accesible y disfrutable para todos los niños.
- Un verano de aprendizaje y diversión. Involucrar a los niños en el aprendizaje de idiomas durante el verano no solo combate el ‘Summer Slide’, sino que también les brinda una experiencia enriquecedora que puede tener un impacto duradero en sus vidas. Los niños que participan en estos programas no solo mejoran su dominio del idioma, sino que también desarrollan habilidades sociales y ganan confianza en sí mismos.
- La adquisición de mejores habilidades matemáticas y creativas. El bilingüismo temprano también se asocia con un mejor desarrollo de las habilidades matemáticas y creativas en los niños. Investigaciones han sugerido que los niños bilingües pueden desarrollar mejores habilidades para resolver problemas y una mayor flexibilidad cognitiva. La capacidad de alternar entre dos lenguas puede traducirse en una mayor facilidad para entender y manipular conceptos matemáticos. Por otro lado, los niños bilingües a menudo muestran una mayor capacidad para la generación de ideas y soluciones originales, lo que se traduce en una mayor creatividad.
Este verano, brindar a los niños la oportunidad de aprender un nuevo idioma de manera divertida puede ser una de las mejores decisiones para su futuro y hacerlo en la niñez no solo mejora el rendimiento académico y cognitivo, sino que también enriquece el desarrollo social y emocional de los niños. Con beneficios que se extienden a lo largo de la vida, el bilingüismo es una herramienta poderosa que prepara a los niños para un futuro lleno de oportunidades y experiencias enriquecedoras.