La entidad financiera pone en valor la educación y la formación desde edades muy tempranas como claves para reducir la desigualdad social e impulsar el crecimiento económico más inclusivo. Para ello vuelve a confiar en Code.org, impulsores de una prestigiosa metodología para formar en ciencias de la computación. Los contenidos de esta organización, presente en 180 países, son usados por decenas de millones de niños y por dos millones de profesores de todo el mundo.
“Hemos lanzado la segunda edición de los talleres tras la excelente acogida que tuvo el año pasado. En esta ocasión hemos querido incorporar al curso un ejemplo real de cómo los lenguajes de programación se aplican a herramientas que los chicos y las chicas ya están utilizando”, explica Imma Catalá, responsable global de Cultura y Compromiso en BBVA. De esta forma, el equipo de Client Solutions de BBVA ha presentado a los niños y niñas un reto para desarrollar a lo largo del curso una nueva funcionalidad para la versión para menores de la ‘app’ de BBVA.
Los niños podrán desarrollar simples funciones o herramientas que podrían ser incorporadas en un futuro en la propia aplicación. “Queremos que, además de recibir una formación especializada, vean la utilidad de lo que están estudiando de una forma directa, y se involucren incluso en su mejora”, añade. Para introducir este desafío, los educadores les explicarán técnicas de ‘gaming’ con las que los estudiantes puedan empezar generando juegos que mezclen la vida real y virtual
La adquisición de competencias y aptitudes son tan importantes como las habilidades que desarrolla el pensamiento computacional. La metodología de Code.org fomenta además las habilidades de cooperación, el desarrollo de la toma de decisiones o la tolerancia a la frustración, a través del respeto del ritmo de aprendizaje de cada niño gracias al reparto de los contenidos por lecciones o talleres. Con la incorporación de un caso práctico se busca promover la motivación hacia el aprendizaje y la autoestima al tener que realizar un proyecto final.
Lenguaje de programación, el idioma del presente
“Al finalizar el curso, los niños habrán descubierto que todos pueden programar y habrán puesto a prueba su capacidad de trabajo y su creatividad. Una oportunidad para despertar en ellos el gusto por la programación, de entender que con ella podrán ser capaces de hacer realidad sus sueños pues les abrirá horizontes y les dará las herramientas necesarias para dar lo mejor de ellos mismos”, asevera Catalá. Esa es precisamente la filosofía de Code.org, aprender a programar para entender el mundo que les rodea.
BBVA y Code.org firmaron en 2022 un acuerdo global para promover la formación en programación en la sociedad. “Con la llegada de internet y de las tecnologías de la información y la comunicación, el lenguaje de la informática se ha convertido en el idioma con el que se escribe nuestro mundo. Comprender bien el entorno en el que vivimos exige entender el lenguaje de las máquinas digitales”, afirma Fran Garcia, de Code.org EMEA, y añade que «estos ‘bootcamp’ son además, una forma de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de que los niños aprendan esta competencia».
La colaboración entre ambas instituciones ha llevado estos cursos de formación hasta México. El pasado mes de diciembre, 18.000 becados de la Fundación BBVA y 300 hijos de empleados de BBVA México participaron en el taller ‘Hora del código’, para introducirlos en la informática y la programación de una forma sencilla y divertida.
Comprender bien el entorno actual exige entender el lenguaje de las máquinas. Según datos del Observatorio de la Informática en España, nueve de cada 10 personas considera que estudiar programación favorece el pensamiento estructurado, y el 54% reconoce que ayuda para una mayor tolerancia a la frustración. En este contexto, Code.org aspira a que el sistema educativo entienda la alfabetización digital como una herramienta clave para la formación de cualquier persona. “Resulta imprescindible integrar plenamente la informática en el currículum educativo y formar a todos los niños por igual en su comprensión y dominio. Solo así serán sujetos activos de la revolución tecnológica”, concluye.
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