En 1969 la Unión Postal Universal (UPU) determinó el 9 de octubre como el Día Mundial del Correo con el objetivo de rememorar la fecha de su fundación y de crear conciencia sobre el rol que tiene el sector postal en el mundo. Un día que conmemora la existencia de los infinitos correos postales que se mandan al año y que desde finales del siglo XXI conviven con su evolución: el correo electrónico, o lo que es lo mismo, lo que hoy es nuestra principal herramienta de comunicación del trabajo.
Concretamente fue en los años 90 cuando el correo postal se integró en la era digital con la revolución del internet. Hoy en día, se intercambian 269 mil millones de emails alrededor del mundo y la mayoría de ellos se gestionan en el ámbito laboral, por lo que es habitual que muchos de ellos se hagan en inglés. Por ello, Open English, plataforma global para aprender inglés, ha analizado los errores que más cometen los españoles redactando correos en inglés y ha propuesto una serie de consejos para evitarlos y comunicarse eficazmente con clientes, proveedores o entre compañeros:
- Traducir literalmente y usar frases subordinadas: es muy común escribir en español con subordinadas e introduciendo la coma, dando lugar a frases muy largas. Así que cuando un nativo español intenta escribir un correo electrónico en inglés tiende a hacer traducciones literales, por lo que se crean ideas confusas.
Es muy importante ser breve, claro y conciso sin caer en expresiones rudas españolas. Por ejemplo, en la línea del asunto se debe describir el mensaje que se quiere dar en el correo de una a cinco palabras y también hay que evitar los empalmes con las comas porque pertenecen a escritos o conversaciones más informales.
- No cuidar los signos de puntuación: aunque los signos de puntuación tienen casi las mismas reglas en ambos idiomas, existen algunas diferencias que, si no se conocen bien, pueden delatar que quien escribe el correo es un español.
En este sentido, en castellano se usan dos puntos para dirigirse a una persona al principio de un escrito, como por ejemplo “Querida Ana:” Mientras que, en inglés se usa la coma, como por ejemplo “Dear Ana,”
- No saber diferenciar entre un correo formal o informal: en la cultura anglosajona, existe una gran diferencia en el idioma en función de si quieres enviar un mensaje educado o en un tono más informal. Por ello, mientras se está escribiendo el correo hay que evaluar la relación que se tiene con el receptor, ya que no es lo mismo un compañero de trabajo que un cliente o proveedor. Conocer el sentido exacto de las palabras que utilizamos es fundamental porque, a menudo, pueden llegar a crear confusiones.
En el caso de despedidas formales en correos electrónicos es posible concluir con expresiones como “Best wishes” (mis mejores deseos, “Kind Regards” (saludos afectuosos) o “Yours sincerely” (suyo sinceramente). Mientras que para terminar un email de forma informal se puede usar “Kisses” (besos), “Regards” (saludos), “Bye bye” (adiós) o “Lots of love” (con mucho amor). Por su parte, para comenzar saludando cuando no sabemos nada de la persona receptora es correcto hacerlo con “To whom it may concern” (a la persona que le concierne) o con un “Dear Sir/Madam” (estimado señor o señora). Sin embargo, si ya se está acostumbrado a intercambiar mensajes con alguien en concreto, es posible iniciar el email con un “Hi” (hola), “Hello again” (hola de nuevo), “How are you?” (cómo estás) o “Good Morning/Afternoon” (buenos días/tardes).
- No revisar el texto y cometer faltas de ortografía: según un estudio que realizó hace unos años por Cambridge University Press, la editorial destacó la dificultad de los españoles para escribir bien palabras básicas como “which”, “because” o “comfortable”. Además, también es frecuente repetir los mismos verbos en varias frases cercanas o incluir los llamados “false friends”, aquellas palabras que son idénticas o parecidas en ambas lenguas, pero significan algo totalmente diferente. Por ejemplo, para sugerir una nueva idea se debe declinar “I proposed” porque se refiere a una propuesta de matrimonio o algo similar, mientras que se recomienda usar “I suggest”.
Para evitar estos errores, es importante leer mucho para memorizar las palabras y observar cómo se usan. Así es cómo se alcanzará una escritura correcta.
- Uso de traductores: traductores como Google Translator o Deepl son útiles para traducir textos cortos o palabras sueltas, ya que ayudan a encontrarle sentido. Pero es un error copiar y pegar el resultado que haya salido en estos traductores sin una revisión previa porque es muy posible que hayan traducido algunas expresiones de forma literal. En esta línea, siempre se ha de revisar las frases traducidas, e incluso, si se dispone de un conocido que sea nativo inglés, se le puede pedir que revise los textos en los que existen dudas para evitar caer en errores.
“Saber comunicarse con proveedores, clientes o compañeros en inglés es parte del éxito del día a día en la oficina. Es muy importante no bajar la guardia en este sentido y poner mucha atención en los errores más comunes que cada uno comete al escribir en inglés. Revisar el texto, ayudarse de diccionarios o reforzar el nivel de inglés con clases online son algunas de las soluciones que los empleados pueden poner en práctica, tanto si viven en España pero trabajan en inglés, como si están pensando en cambiar de aires e irse a un país anglosajón”, afirma Andrés Moreno, CEO de Open English.
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