Stimulus, consultora europea líder en Salud Mental y bienestar en el trabajo, ha desarrollado un nuevo programa de formación e-learning, cuyo contenido gira íntegramente entorno a las claves para lograr la desconexión digital de los trabajadores.
La forma de comunicarnos y las nuevas modalidades de trabajo, como el teletrabajo y/o trabajo híbrido, en gran parte aceleradas por la crisis del coronavirus, son algunos de los cambios a los que los empleados deben hacer frente en estos momentos. Estas formas de trabajar hacen que los límites entre las esferas laboral y personal sean cada vez más borrosos. Tanto es así, que el 75% de la población española asegura contestar llamadas y emails fuera del horario laboral (Infojobs). Este tipo de situaciones, pueden llevar a un escenario de hiperconexión, que aumenta el riesgo de que los trabajadores desarrollen problemas de salud física y mental.
En este sentido, en España, se ha publicado la Ley 10/2021, de 9 de julio, de teletrabajo o trabajo a distancia, que es un documento legal que, entre otros, regula la desconexión digital en las organizaciones. En ella se hace hincapié en la obligación que la empresa tiene para garantizar la desconexión de sus empleados, así como la de generar acciones de formación y sensibilización sobre el uso razonable de las herramientas tecnológicas.
Desde Stimulus, y con el objetivo de sensibilizar a los empleados sobre los riesgos actuales del uso indebido de las nuevas tecnologías y hacer frente al tecnoestrés, uno de los principales riesgos psicosociales emergentes, se ha puesto en marcha un programa de formación E-learning, con el objetivo de concienciar sobre los riesgos asociados a un uso excesivo de las nuevas tecnologías y adquirir estrategias para ayudar a los empleados a desconectar y a convivir con las nuevas tecnologías de una manera más saludable.
Una de las principales características del recorrido formativo desarrollado por Stimulus, es que está dirigido a todos los miembros de la organización, ya que abarca las principales necesidades de sus empleados. Esta modalidad de formación asíncrona incorpora material interactivo, a través de ejercicios dinámicos y contenido práctico, que
ayuda a transferir el aprendizaje a situaciones reales. Entre sus grandes beneficios, destaca principalmente la flexibilidad, que facilita el autoaprendizaje y el seguimiento por parte del trabajador, ya que es una forma de aprendizaje que se adapta a su disponibilidad. Además, se trata de un plan de formación sin límite de participantes.
“En una sociedad cada vez más tecnologizada, la adopción de medidas que aseguren la posibilidad de desconectar es una urgencia para garantizar la salud de los empleados”.
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