«La formación se ha convertido en un activo estratégico en cualquier empresa. Aunque siempre ha sido así, ahora se le da aún más importancia porque las nuevas generaciones lo reclaman más y porque hay un peligro de insatisfacción enorme y las empresas se están viendo inmersas en una guerra por la fidelización. En este sentido, el desarrollo profesional está entre las primeras demandas de los profesionales a la hora de formar parte de una compañía». Esta reflexión de Alejandro Sánchez, Socio y co-founder de Flexoh ha sido una de las principales conclusiones extraidas este jueves 30 de junio en el webinar ‘Formación para empleados: El gran win to win empresarial’. Un encuentro organizado por Flexoh y RRHHDigital en el que se han abordar las claves y los nuevos requisitos de la formación para empleados, acorde al nuevo contexto, demandas y necesidades. Un encuentro en el que también han participado Elena Giménez, Managing Director de Speexx; e Isabel Iglesias, directora de Sirania.
El valor añadido de la formación corporativa: nuevos requisitos y nuevas formas de abordarla
En esta misma línea, Isabel Iglesias destacaba la importante de pensar en la formación corporativa desde una perspectiva diferente a la tradicional, estableciendo y primando el vínculo y la conexión entre las necesidades de los profesionales y la formación. «Antes no había conexión entre la formación y las necesidades de los profesionales, parecía que eran mas importantes las horas invertidas por personas en formación o la inversión que en el impacto real en los profesionales y en las empresas».
«Antes la formación parecía que era una especie de producto de consumo masivo, en cambio ahora hay que pensar en la formación como una herramienta para atraer y fidelizar talento, pero también para alinear los objetivos de negocio»
Y, añadía: «No podemos hacer una gran inversión en formación y que esta esté desconectada con esos objetivos estratégicos. El crecimiento profesional tiene que estar siempre alineado a ellos».
Elena Giménez, por su parte, quiso hacer hincapié en el cambio de mentalidad de los profesionales y, por ende, del consumo de los planes de formación. «Todos empezamos a ser conscientes de la obsolescencia de nuestros conocimientos y debemos ir actualizándonos. Como empleados, nuestros comportamientos han cambiado y queremos respuestas hiperpersonalizadas. Eso se consigue con la tecnología y la personalización. La tecnología nos va a permitir obtener datos para tomar decisiones».
Los errores más comunes que cometen las empresas a la hora de ofrecer formación corporativa
En palabras de Isabel, el principal problema ha sido que la formación se ha estado trabajando desde una perspectiva errónea. «Deberíamos partir de una evaluación de desempeño de los profesionales. Cuando nos planteemos qué tipo de formación ofrecer, tenemos que partir de las necesidades de nuestros equipos, además de las necesidades de la propia compañía. Una de las principales responsabilidades es conseguir que los equipos se marchen mejor de cómo entraron. La gente se quedará el tiempo que considere que puede crecer. Si la formación corporativa no está funcionando es porque estamos planteando la formación como un ‘café para todos’».
Elena ha destacado la importancia de la comunicación a la hora de personalizar este tipo de beneficio social. «Es importante la escucha activa, la comunicación y contar con la tecnología suficiente para hacer escalable las necesidades reales de los profesionales, pero también hay que tener en cuenta que la necesidad de ello recae en cada uno como profesional y en líderes de equipo. Nuestro comportamiento como consumidor y como empleado ha cambio, y como empresas debemos dar soluciones.»
Alejandro Sánchez, por su parte, señala que: «Si al empleado que no le satisface el plan de desarrollo corporativo es porque a este le falta personalización y sin duda para ello hacen falta datos para analizar qué quiere cada empleado. Es fundamental la tecnología para adaptar la formación a cada profesional, pero también que sepa qué tiene que hacer y por qué para estar alineado con los objetivos de la empresa. En este sentido es importante apostar por el microlearning. Poder ofrecer píldoras de formación adaptadas a cualquier profesional, huyendo así de esa formación de grandes grupos generalizada».
La formación, entre las cinco prioridades profesionales dentro de los planes de retribución flexible
«La formación como beneficio social tiene muchísima fuerza y cada vez se impone más en que esa ‘bolsa de beneficios’ que se ofrece en las empresas, donde el empleado es quién elige. Tiene cada vez más encaje en los planes de retribución flexible, de hecho, es el quinto producto más elegido para este tipo de planes», incidía el socio y cofundador de Flexoh.
«Hace años la formación era un producto que ni se tenía en cuenta en los planes de retribución flexible y ya no es que aparezca en estos planes, sino que es un producto que ha adquirido muchísimo protagonismo»
Según explica Isabel, «es importante contar con gente que crea en lo que hace y que tenga todas sus necesidades cubiertas, por eso es tan importante lo que hace Flexoh al ofrecer esos planes de retribución flexible para que cada profesional elija según sus necesidades», a lo que Elena añadía: «La compensación es un aspecto que hay que cuidar mucho en las organizaciones. Hay muchas variables más allá del dinero que hacen que sigamos enganchados a esa organización y a ese proyecto«.
¡Descubre los nuevos requisitos de la formación corporativa y conviértela en un ‘win to win’ dentro de tu organización!
https://player.vimeo.com/video/725830953?h=43056628f5
Los comentarios están cerrados.