La Administración Pública ha sido tradicionalmente una buena opción para alcanzar un puesto de trabajo estable y con interesantes posibilidades de carrera. En este contexto, el pasado verano el Gobierno de España lanzó la mayor oferta de empleo público de la historia, con una convocatoria de casi 30.500 plazas, un 8,5 por ciento más que el año anterior, lo que ha animado a muchas personas a pensar en preparar una oposición. Para culminar el proceso con éxito se necesitan muchas horas de estudio, pero también hay que tener muy en cuenta las habilidades curriculares que aportan puntos extraordinarios a la baremación final.
Es el caso de la última convocatoria de RENFE, donde la acreditación lingüística sumaba puntos para las 975 plazas distribuidas entre maquinistas, personal de frontera, operadores comerciales y otros puestos en el ámbito estatal. En Correos también se acepta la acreditación lingüística en sus convocatorias a muy diversos puestos, como atención al cliente, agente de clasificación y personal de reparto.
“El conocimiento de otro idioma se puede considerar ventajoso para cualquier persona que trabaja en la administración pública en un puesto cara al público, y se puede argumentar que, con su posición como lengua franca, el inglés proporciona más ventajas.” comenta David Bradshaw, Responsable de Servicios de Evaluación para España y Portugal.
Las necesidades idiomáticas pueden ser muy diferentes en los ámbitos de las oposiciones y, por lo tanto, el nivel de inglés que se requerirá puede ser también muy dispar. Un buen ejemplo de ello son los exámenes para acceder a los cuerpos docentes. En la mayoría de las comunidades autónomas se exige un B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, aunque cada vez más se busca un C1. En otro tipo de oposiciones, se asignan puntos con demostrar un B1 o incluso un A2.
En este punto, es conveniente recordar qué tipo de competencias lingüísticas recoge el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) en cada uno de los niveles. En el nivel A1, se considera que una persona es capaz de expresarse de manera básica, culminando en que con el nivel A2 se puede llevar a cabo una comunicación sencilla sobre temas que le resultan familiares cuando las respuestas sean las esperadas. En estos niveles, el hablante necesita del apoyo de su interlocutor, quien adapta la velocidad de su habla y está dispuesto a hacer repeticiones para asegurarse de que le entiende.
En el nivel B, se considera a la persona independiente, es decir, capaz de comunicarse en una gama cada vez más amplia de situaciones. En un nivel B1, el hablante sigue necesitando apoyo por parte de su interlocutor, y no se maneja bien en situaciones menos familiares o ante giros inesperados de la conversación, mientras que en el nivel B2, ya debe poder comunicarse con éxito en la mayoría de las situaciones, aunque no le resulten familiares, y se puede adaptar a respuestas inesperadas.
Sea cual sea el nivel requerido, lo más importante es poder demostrarlo. Lo primero que debe hacer el candidato es leer muy bien las bases de la convocatoria pública, donde se especifican cuáles son las acreditaciones aceptadas para obtener los puntos y otros condicionantes como la fecha de emisión de los mismos. Generalmente, las titulaciones internacionales, como la de Cambridge English, aceptadas en más de 25.000 instituciones públicas y privadas, son aceptadas en este tipo de convocatorias.
Pero, para aquellos que no hayan podido obtenerlas o que las tengan desde hace mucho tiempo, Linguaskill es otra opción que garantiza rapidez y flexibilidad. En el año 2019, Cambridge Assessment English lanzaba este nuevo test multinivel que no se aprueba ni se suspende, sino que proporciona una radiografía exacta del nivel de competencia en inglés del candidato que lo necesita para cubrir unas necesidades muy concretas, como las que se han mencionado. Es, por tanto, una solución ideal para aquellos que necesitan demostrar su nivel de inglés de forma urgente, ya que los resultados están disponibles en solo 48 horas y es ampliamente aceptada en convocatorias de oposición. No obstante, como ya indicamos antes, es muy importante comprobar que en el caso específico esta prueba se incluye en las opciones para acreditar su nivel.
Por otra parte, puede darse el caso de que la propia oposición lleve una prueba lingüística que complemente el certificado. Las recomendaciones a la hora de enfrentarse a ella son:
● Tratar de escribir todo lo que se pueda en las tareas de expresión escrita y hablar durante todo el tiempo disponible para las tareas de expresión oral, ya que esto dará la mejor oportunidad de mostrar la capacidad lingüística completa, siempre que lo que se escribe sea relevante a la tarea propuesta.
● Leer las tareas cuidadosamente y considerar diferentes formas de desarrollar las respuestas. Es una buena idea tener lápiz y papel para planificar las respuestas o enumerar las ideas.
● Saber dónde están las funciones de temporizador y recuento de palabras. Esto ayudará a utilizar cualquier tiempo de preparación para pensar en lo que va a decir.
● Tener cuidado con la escritura porque no hay corrector ortográfico durante el examen. Se debe asegurar de que queda algo de tiempo al final de la prueba para leer la respuesta nuevamente y verificar si hay errores de ortografía, espacios, puntos y letras mayúsculas.
Una amplia variedad de recursos para ayudar a preparar la prueba de Linguaskill también están disponibles de manera gratuita en la web: www.reinventateconlinguaskill.es
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