España despidió el 2021 con un sabor amargo. Según datos de la OCDE, nuestro país encabeza la tasa de desempleo de los países miembros con un 13%. En el caso de los menores de 25 años, el dato es aún más alarmante: España cuenta con el desempleo juvenil más elevado, un 30,6%, por delante de países como Grecia (30,5%) o Italia, con un 26,8%. Existe además otra paradoja. Somos el país de la Unión Europea con más universitarios. Un 40% de la población posee un título superior, pero el 37% ocupa puestos de trabajo por debajo de la formación que han recibido, según datos de Eurostat correspondientes a 2020.
En este contexto, entidades como ISDI, escuela de negocios líder en transformación digital, llevan tiempo analizando esta situación y escuchando las demandas tanto de los alumnos que pasan por sus aulas, como de la propia industria, que clama por una adaptación de la formación a las nuevas necesidades digitales del mercado. Con el lanzamiento de su campaña »Te Han Mentido», ISDI pretende concienciar a todo el sistema educativo de que es necesaria una reinvención del modelo, ya que los tópicos de »Si estudias, tendrás un buen sueldo» o »Aprueba y llegarás muy lejos» son proclamas que están muy lejos de la realidad y del mercado laboral. Después de exponer todas estas mentiras que nos han ido contando a lo largo de nuestra vida formativa, ISDI quiere contar »Toda la verdad» en esta segunda fase del proyecto, que tiene como objetivo arrojar luz sobre la formación y la situación laboral real de los jóvenes.
En palabras de Rodrigo Miranda, director general de ISDI, la Universidad forma pero no prepara para lo esencial: la empleabilidad. ¿Y cómo se consigue? »En ISDI nuestros másteres y programas son simuladores profesionales, es decir, el alumno lo primero que recibe es un reto de activación profesional, un reto de ejecución. La manera de entender cómo afrontar ese reto es –primero– a través del conocimiento, –segundo– a través de las metodologías ágiles y –tercero– a través de aprender a cómo gestionar la frustración. Siempre en nuestros programas tienes conocimiento suficiente para ejecutar retos inciertos, que son, básicamente, la situación actual que todos vivimos en nuestro día a día», comenta Miranda.
Además, la escuela ha querido dar voz a algunos de los protagonistas de estas historias como Guillermo Jiménez García, alumni del DMBA y actualmente trabajador en L’Orèal Digital, »yo veía que los modelos de negocio y las empresas se reorientaban hacia un mundo digital y yo todavía no estaba accediendo a esos conocimientos para ser competitivo en el mundo laboral. De hecho, si le tuviera que dar un consejo a mi »yo» de 18 años, antes de incorporarme al mundo laboral, sería el de haber aprendido materias digitales mucho antes».
No cualquier formación determina la empleabilidad
Según la propia Eurostat, uno de cada cuatro universitarios sigue en paro tres años después de titularse. Esta problemática se viene arrastrando desde hace años y pone de manifiesto la disociación latente entre la Universidad y el mercado laboral. Los programas académicos se han quedado obsoletos y prueba de ello son los más de 10.000 puestos de trabajo digitales que no se pueden cubrir por la falta de perfiles cualificados, como refleja el informe «El desafío de las vocaciones STEM» realizado por DigitalES.
Por eso, con el objetivo de ayudar a los futuros profesionales a saber desenvolverse en un tejido empresarial cada vez más rápido y cambiante, la escuela ha desarrollado uno de sus programas digitales más completos: el Digital MBA (DMBA) que cuenta con un 97% de empleabilidad en tan solo 4 meses desde que los alumnos comienzan el programa. Esto se debe principalmente a que el programa está diseñado de la mano de la industria: »Nosotros nos sentamos cada 6 meses para revisar nuestros contenidos y programas en base a lo que nuestros empleadores necesitan. Además esa colaboración es muy estrecha porque contamos con expertos profesores y profesionales que cuentan su día a día real dentro del aula, con una metodología tremendamente práctica y un programa en el que el alumno desde el inicio está fuera de su zona de confort –con lo cual está acostumbrado a resolver retos–, y, lo más importante, un programa en el que les acompañamos en todo el proceso de empleabilidad para que estén capacitados e incentivados para ser un talento incipiente dentro de esas compañías», concluye Rodrigo Miranda.
El propio programa incluye a los alumnos en un plan para que puedan comenzar a trabajar con las empresas más punteras del sector que acuden a ISDI para captar talento, como L’Oréal, Accenture o Cabify, y con la designación de un “entrenador” personal para su futuro laboral.
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