Gracias al apoyo de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), FUNDACIÓN JUAN XXIII ha puesto en marcha dos programas formativos destinados a personas en riesgo de vulnerabilidad. Uno sobre “Pastelería Española”, especializado en industria alimentaria, y otro sobre “Atención Al Cliente. Habilidades Básicas De Comunicación”.
Los destinatarios de estas formaciones son, concretamente, personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental de la propia Fundación, y en la formación de Pastelería en colaboración con la Fundación José María de Llanos con alumnos de la Escuela de Hostelería del Sur y con mujeres usuarias del Espacio EMMA.
El objetivo de estos proyectos es crear una formación para el empleo y para el desarrollo profesional de trabajadores en peligro de exclusión social. En estos casos, en el ámbito de la hostelería y la restauración y en el de servicios administrativos. Todo ello, con el especial componente de que son formaciones completamente inclusivas, en las que personas con discapacidad intelectual, alumnos de la Escuela de Hostelería y mujeres que han sufrido situaciones de maltrato se formarán juntas profesionalmente.
En el caso del programa de pastelería, que comenzó en marzo y terminará en diciembre de este mismo año, se desarrollará en dos espacios: las instalaciones de hostelería del espacio EMMA y la sede de la Escuela de Hostelería del Sur. De este modo, los alumnos tendrán un aprendizaje completo, que les permitirá realizar prácticas presenciales trabajando en los fogones de dicho centro.
Respecto al proyecto de atención al cliente, que comenzó en marzo y termina este mes de julio, por su parte, forma parte del certificado de profesionalidad de Operaciones Auxiliares de Servicios Administrativos y Generales del Centro de Formación para el Empleo de FUNDACIÓN JUAN XXIII para la promoción 2020/2021.
Ambos proyectos, por un lado, ofrecen una formación profesional adaptada al perfil de los destinatarios. De modo que, una vez finalizados los cursos, estas personas podrán desempeñar de manera autónoma e independiente las competencias de un trabajador que realiza tareas auxiliares, tanto de cocina en pastelería como administrativas y de atención al cliente.
Por otro lado, estos programas de formación, de manera trasversal, fomentan habilidades que permiten a los alumnos desarrollar una mayor autonomía personal y social en el ámbito laboral, así como ganar confianza en ellos mismos. Además, también proporcionan a los alumnos un servicio de apoyo psicosocial durante todo el proceso formativo.
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