La actualización y desarrollo de las competencias profesionales resulta urgente e imprescindible y debe ajustarse al máximo a las necesidades de la persona. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro “RESKILLING / UPSKILLING. Una acción crítica para poder competir en el nuevo contexto socioeconómico”, coorganizado por Watch&Act y Esade Alumni. El evento ha contado con la participación de los responsables del área de Personas y Tecnología de la consultora y de Cornerstone, junto a los responsables de Recursos Humanos de BMW Iberia, Seguros Santalucía y el Ministerio de Defensa del Gobierno de España.
Ángel Gilsanz, director del Área de Personas y Organización de Watch&Act, ha recordado que las actividades de upskilling y reskilling no tienen relación con el tamaño de la empresa ni están referidas a la formación obligatoria o impuesta por la legalidad. Por upskilling debe entenderse el proceso de aumentar las capacidades y competencias en la misma área profesional, pero alcanzando nuevos niveles de desempeño; mientras que reskilling hace referencia al proceso de aumentar las capacidades y competencias en otras áreas profesionales.
Para subrayar la importancia del proceso de reskilling para las empresas, Ángel Gilsanz ha señalado que alrededor del 40% de los empleados requerirán procesos de up/reskilling antes de seis meses, y que más de 85 millones de empleos desaparecerán antes de 2025, si bien se crearán cerca de 100 millones de nuevos tipos de trabajos.
Del mismo modo, el 94% de los altos directivos afirman que sus trabajadores deben adquirir nuevas competencias y capacidades para poder conseguir alcanzar sus objetivos empresariales. Según el informe “El futuro del trabajo” del World Economic Forum de 2020. los trabajadores en activo ponen énfasis en las necesidades de formación para el desarrollo personal, cuya demanda ha crecido el 88%, mientras que los desempleados ponen su foco en aprender competencias digitales.
“En el último Foro Económico de Davos se puso de manifiesto la enorme preocupación que representa la reasignación -o reskill- de 1.000 millones de trabajadores de cara a 2030 para adaptarnos a la nueva economía. Nuevos puestos de trabajo y actividades que aún no existen. El foro apuesta por el up/reskiling a través de la actualización y adquisición de las competencias necesarias”, ha recordado Emilio Cuellas, director de Cornerstone Iberia.
“Es fundamental la formación en habilidades básicas para que los trabajadores puedan desarrollarse en sus puestos. Conocer las habilidades que quieren desarrollar nuestros empleados nos ayuda a identificar áreas en las que invertir y destinar nuestro presupuesto de formación. Una plataforma como Cornerstone, que conoce el currículum y los intereses de los empleados, detecta, gracias a la Inteligencia Artificial, qué habilidades posee el empleado y cuáles puede desarrollar. Es esencial tener contenido experto basado en IA”, explica Maisa Santamaría, directora del Área de Tecnología Aplicada de Watch&Act.
“Ha cambiado tanto el sector de la movilidad que no nos hemos dado cuenta de que hemos cambiado del mundo de la combustión a la electricidad, y venimos trabajando en la actualización de habilidades en consecuencia a este cambio. Antes teníamos mecánicos puros y ahora necesitamos ‘mecatrónicos’. Necesitamos mejorar, actualizar y ampliar las competencias que tenemos para adaptarnos a este tipo de motores, pero también para incorporar las nuevas herramientas digitales que permiten comprar un coche en tres clics. Por eso es fundamental invertir en la mejora continua. No queda otra que renovarse o reciclarse”, ha afirmado Joaquín Bau, director de Recursos Humanos de BMW Iberia.
En el sector asegurador, los cambios en el modelo de consumo y la digitalización también han hecho imprescindible el upskilling y el reskilling, según ha explicado Mireia García, directora de Recursos Humanos de Seguros Santalucía: “El mayor impacto ha venido por el área tecnológica. Un modelo más personalizado, transparente y de acceso online para 7 millones de clientes ha necesitado un proceso importante de up/reskilling. No solo cambia el uso de herramientas tecnológicas, cambia la forma de vender, y necesitamos modelos diferentes para dar la rápida respuesta que necesita nuestra cadena de distribución”.
Por su parte, Javier Guerrero Grande, coronel de la Subdirección General de Reclutamiento y Desarrollo Profesional de Personal Militar y Reservistas de Especial Disponibilidad del Ministerio de Defensa, ha destacado la importancia de contar con itinerarios formativos individualizados para los 120.000 empleados con los que cuenta este Ministerio distribuidos por todo el mundo, porque desarrollan tipos de carrera muy distintos. “Las Fuerzas Armadas somos especialistas en adaptarnos. Elaboramos programas de formación muy extensos que se inician con la incorporación y se prolongan durante toda la carrera. Procuramos alinear estos programas con las preferencias y necesidades de cada profesional. Apostamos decididamente por la formación online y para nosotros es una absoluta prioridad”.
Formación práctica y centrada en la persona
Los tres participantes en la mesa redonda han coincidido en destacar la importancia de que las actividades de up y reskilling estén centradas en las necesidades concretas de cada puesto.
“Querer, saber y poder son para nosotros las palancas para que los equipos puedan dedicar tiempo a las actividades formativas. Trabajamos muy enfocados a los proyectos concretos, fijando la transferencia al puesto. Formarse es un esfuerzo adicional, y debe tener un resultado claro e inmediato”, ha subrayado Mireia García.
“Tenemos un sinfín de cambios que están sucediendo y tenemos que ser nosotros mismos los que demandemos este reciclaje. La fuerza de trabajo que se viene incorporando demanda esta formación continuada. Es necesario destinar recursos a medio y largo plazo”, ha señalado Joaquín Bau.
“Asistimos a nuevos escenarios, como la ciberdefensa y el ciberataque. Contamos con programas específicos y estructuras específicas, integradas además en organizaciones internacionales como la OTAN o la Unión Europea. Por nuestra dispersión geográfica contamos con una dificultad añadida para llegar a todos los empleados. Pero los programas de ciberseguridad están alcanzando una importancia cada vez mayor”, ha concluido Javier Guerrero.
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