¿Existe una educación financiera efectiva en la sociedad?

Las generaciones van creciendo sin que ninguna institución académica les proporcione conocimientos sólidos sobre economía. Es decir, es una materia que no se estudia de manera obligatoria en las escuelas. Solamente en la educación secundaria hay algo de información sobre ella, pero nunca de una manera sólida. Por ejemplo, las personas llegan a adultas sin conocer realmente cuál es la diferencia entre prestamo y credito, cuál es el significado de los términos TAE, TIN o inflación.

¿Puede tener esto alguna consecuencia? No cabe duda de que sí, porque entonces no se habrán puesto los mecanismos necesarios para conocer qué producto nos hace falta y qué se está contratando.

¿Hacia un proceso de cambio?

Conviene tener presente que esta ignorancia sobre términos económicos es algo sobre lo que sigue sin haber un debate en las instituciones. La nueva reforma educativa no contempla tampoco que los ciudadanos del futuro conozcan en la escuela estos conceptos. Si se hiciera, probablemente nos encontraríamos con personas que el día de mañana podrían elegir correctamente, tener una buena base económica, saber cuáles son las mejores maneras de ahorrar o simplemente, entender las noticias económicas que inundan los informativos. Porque si le decimos a alguien de la calle que explique cuál es la diferencia entre interés simple y compuesto la gran mayoría no sepa dar una información acertada.

Actualmente, quien busca conocer sobre la economía, los trucos para ahorrar, los términos que atañen a nuestro bolsillo o cualquier otro que tenga que ver con el dinero, ha de recurrir a información externa. Afortunadamente, en internet existe mucha información en foros especializados en la que podemos ampliar nuestros conocimientos. Incluso hay canales de YouTube que, de manera voluntaria, ofrecen mucha información muy interesante para quienes desean ponerse al día sobre cualquier tema económico. De momento, y mientras el curriculo escolar no se actualice a unos contenidos destinados a dotar de una información práctica sobre economía, es con lo que debemos conformarnos.

¿Qué consecuencias tiene esta falta de información?

Que una persona llegue a adulta sin conocer cómo funciona un préstamo que necesita suele tener consecuencias negativas, como por ejemplo, acabar en Asnef si hay impagos. Para comenzar, puede estar contratando servicios bancarios o financieros que no le interesan, o estar pagando de más por ellos. No es lo mismo contratar un préstamo por un interés elevado que por otro más bajo. O incluso saber cuáles son nuestros derechos como consumidores. Este desconocimiento es un hecho muy común, sobre todo en gente no formada y que no saber cómo utilizar correctamente una tarjeta de crédito, cuál es el mejor plan de pensiones o los seguros que están asociados a la contratación de una hipoteca.

Cuando una persona se ha dedicado a formarse, no es necesario que de forma académica, los resultados a la hora de contratar cualquier producto es mucho mayor, al igual que a la hora de realizar alguna inversión. Actualmente son muchos los inversionistas que compran y venden activos en las bolsas y mercados, puede hacerse incluso por internet. O bien, conocer cuáles son las criptomonedas más interesantes.

Actualmente, la información fluye con mucha rapidez y es muy accesible, por lo que no nos interesa dejarla pasar. Al menos mientras las instituciones educativas sigan sin proporcionar esa formación de forma obligatoria dentro de sus currículos académicos. Aunque bien es cierto que cada vez hay un interés creciente por conseguir esta información. Poco a poco, lo que no está pudiendo proporcionar la escuela lo está dando la información que se encuentra en cualquier medio. Y en todo caso, la labor informativa de los padres para con los hijos suele tener un buen efecto.

En todo caso, la clave está en poder educar de manera conveniente. Consiguiendo que los conceptos más sencillos puedan irse interiorizando desde bien pronto. Por ejemplo, enseñar a los pequeños el concepto de ahorro siempre funciona. A medida que se vayan haciendo mayores, sabrán que administrarse su dinero es la mejor de las garantías para ir comenzando con buen pie. Posteriormente entran en una edad en la que, con ejemplos sencillos, pueden ir conociendo más sobre economía y sus conceptos asociados. Por ejemplo, existen multitud de maneras para que entiendan cuál es el interés de un préstamo, cómo se calcula y cómo se lee un contrato que vayamos a firmar, cosa que habitualmente no se hace correctamente

Puede llegarse a la educación secundaria con unos conocimientos ya más avanzados y que son la base para conceptos más complejos. Pero esto, conseguirá una formación financiera muy sólida y que puede proporcionar la base suficiente para saber qué es la economía de forma global. Así además, se conseguirá tener una buena salud financiera que evitará en muchos casos que nos encontremos ante situaciones como la que están viviendo muchas personas en momentos de crisis. La mejor defensa ante ella es saber cómo manejar nuestro dinero y sacarle el máximo partido posible.