Desde que hace un año llegó la pandemia de la Covid-19, se han alterado los hábitos y el ocio de casi todas las personas. Aumenta el consumo de series y de compras online, pero lo que aún no queda claro es el impacto de la pandemia en la lectura ya que los estudios se contradicen. ¿La sociedad lee más al tener más tiempo libre a causa de las restricciones o lee menos porque la preocupación imposibilita concentrarse? Uno de estos estudios, en este caso realizado por el Gremio de Editores, expone que a causa de la Covid-19 las personas leen más, pero compran menos libros.
Sea como sea, los profesores de la escuela de idiomas Berlitz tienen claro que hay que fomentar el hábito de la lectura, ya que entre sus muchos beneficios está el de reforzar el aprendizaje de idiomas. Con Sant Jordi o el Día del Libro a la vuelta de la esquina, ¿por qué no comprar este año un libro en otro idioma?
¿Por qué la lectura refuerza el aprendizaje de idiomas?
Más vocabulario, ortografía y gramática sin darse cuenta: Uno de los beneficios más claros de leer libros es el nuevo vocabulario adquirido. Leyendo se encuentran palabras que probablemente en clase no se dirían y la mejor opción es adivinar su significado por el contexto. Lo mismo sucede con las estructuras gramaticales y la ortografía.
Más caminos para la memoria: “Algo especialmente interesante es que leer ejercita la memoria y el vocabulario que adquirimos mientras leemos es especialmente fácil de recordar”, explican los profesores de Berlitz. “Cuando leemos prestamos atención a detalles que nos hacen recordar personajes, escenarios y fechas. Posteriormente, cuando estemos en una conversación y busquemos una palabra en concreto, nuestro cerebro se nutrirá de todos estos datos ya que habremos creado nuevos recorridos de la memoria para llegar a dicha palabra”, explican.
¿Cuál es la “actitud lectora” para aprender idiomas leyendo?
Escoger un libro acorde a los gustos y el nivel: “Es muy importante escoger un libro que nos guste y nos llame la atención, que no sintamos una obligación, ya que hay que desvincular la lectura de los deberes y que este sea un momento de entretenimiento”, apuntan desde Berlitz. Además, es clave que el libro esté acorde al nivel del estudiante, optando por obras para adultos que cuenten con versiones adaptadas según cada nivel.
Prohibido usar el diccionario (como mínimo, hasta el momento de cerrar el libro):Algo que a menudo se cree que es positivo es buscar en el diccionario cada palabra que el lector no entiende. “Sin embargo, es más efectivo intentar entender su significado a partir del contexto y si aun así no lo comprendemos, subrayar la palabra para buscar su significado después y así no cortar con el ritmo de la lectura”, recomiendan los profesores.
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