La Fundación Talgo, dentro de su compromiso con la formación de calidad como palanca para impulsar la igualdad de género, ha firmado un convenio de colaboración con la Universidad Nebrija, en el que se compromete a participar activamente en el «Programa de Desarrollo para la Dirección para la Mujer Ingeniera y Directiva». El objetivo de este programa es solventar la carencia de referentes femeninos en el sector STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics) y ofrecer formación en estrategias de dirección específicas para que mujeres ingenieras puedan acceder a puestos de dirección intermedia.
La Fundación Talgo es la primera organización en respaldar la iniciativa e incorporarla al plan de formación interna del Grupo. Dicho acuerdo de colaboración se ha firmado en la Escuela de Negocios de la Universidad entre José Muñiz, Rector de la Universidad de Nebrija y Gabriel Novela del Rey, Director Gerente de la Fundación Talgo en un acto al que también han acudido Ester Mocholi, Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Ana Álvarez, directora de Innovación y Producto de la Universidad Nebrija.
Como parte del convenio, miembros de la plantilla de Talgo formarán parte del elenco de profesores que componen el Programa con clases magistrales y la Fundación concederá dos becas a ingenieras de la plantilla de Talgo para que cursen el programa.
La Fundación Talgo es consciente de que sólo desde la colaboración estratégica entre Universidad y Empresa, se puede alcanzar la excelencia en la formación empresarial y fomentar la presencia femenina en puestos de responsabilidad en las compañías españolas. Y es que, si bien el 54% de los universitarios en nuestro país son mujeres, solo el 25% de los estudiantes matriculados en grados de Ingeniería y Arquitectura en España son mujeres, según datos del Instituto de la Mujer. Además, de acuerdo con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en España solo hay un 30% de mujeres consejeras y un 16% en puestos de alta dirección.
Ana Álvarez, ha destacado que «estamos inmersos en una revolución tecnológica basada en la transición hacia sistemas construidos sobre infraestructuras digitales. Esto está modificando fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos entre nosotros y con el trabajo. La ingeniera tiene una mejor formación de base para asumir puestos de dirección en el actual entorno digital y tecnológico, pero necesita complementar su formación con conocimientos de gestión y reforzando competencias directivas como la autoconfianza, el liderazgo, la marca personal, la oratoria… Es decir, potenciando todas aquellas habilidades que la ayudarán a ser visible dentro de su organización. De ahí la importancia de contar con aceleradores de este tipo», subraya Álvarez.
Por su parte, Gabriel Novela, ha comentado «es necesario que se siga innovando y buscando aquellos proyectos que nos ayuden a ser mejores como personas y como profesionales», Novela añade, «siempre se puede mejorar y lo mejor para ello, es hacerlo con aquellas organizaciones e instituciones que nos ayuden a alcanzar nuestro compromiso con la sociedad que en este caso se trata alcanzar una plena igualdad de género mediante una educación de calidad».
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