“Desde la llegada del COVID-19 hemos observado como empresas, instituciones y universidades han intensificado la demanda de prácticas online”. Así lo asegura Pilar Corral, responsable de la plataforma pionera de prácticas online e-Start de Fundación Universidad-Empresa (FUE), que lleva desde 2011 promoviendo esta modalidad.
La plataforma pionera de prácticas online e-Start de la Fundación Universidad-Empresa (FUE) ofrece cada año prácticas a más de 2.500 alumnos.
Para finales de 2020 habrá acumulado un total 17.000 estudiantes. Desde su puesta en marcha en 2011, han participado un total de 2.782 empresas, 15 universidades y centros adscritos y se han desarrollado más 4.000 proyectos.
“‘En la FUE tenemos claro que las prácticas online aportan muchísimas ventajas, de ahí que llevemos apostando por ello desde hace más de 9 años y con la llegada del COVID-19 muchas empresas y universidades abogan por esta modalidad”, explica Pilar Corral, responsable de e-Start.
Para la responsable del programa e-Start, con las prácticas online se generan “ideas innovadoras” para proyectos empresariales con una “visión joven y fresca”. “Esto permite que los estudiantes se sigan formando y que, además, ayuden a mejorar la competitividad de la empresa a través de su talento joven digital”, añade.
Motivación y tareas reales
Para José María Fernández, responsable del Servicio de Prevención Propio de Finanzauto SAU, a las prácticas online llegan “alumnos muy preparados, motivados y con ganas de aprender”. “Con trabajo y esfuerzo llevan a cabo unos proyectos de alta calidad. Personalmente, ha sido muy gratificante haberles podido acompañar en las prácticas en nuestra Compañía”, añade.
“Aun siendo a distancia, los alumnos pueden aplicar conocimientos a tareas reales dentro de nuestro departamento de Prevención de Riesgos Laborales”, señala Alfredo Alegre de Galletas Gullón.
Las prácticas online proporcionan una “visión práctica de trabajos exigibles en su futura vida profesional”, destaca Alegre. “Una aplicación, si cabe, más orientada que algunas prácticas presenciales en las que las tareas son siempre auxiliares sin profundizar en ningún ámbito”, valora el responsable de Galletas Gullón.
Flexibilidad, vínculo y empleabilidad
Entre las ventajas de estas prácticas online, Corral señala que es una “modalidad flexible” que beneficia al estudiante pero también a la empresa, ya que “aportan versatilidad a las prácticas tradicionales, permitiendo que las compañías se conviertan en espacios donde aprender, desapareciendo cualquier tipo de barrera”, apunta.
Otras de las ventajas es la empleabilidad, ya que suponen un primer contacto con un entorno profesional. “Se mejora la empleabilidad del alumno a la finalización de sus estudios, y se promueven entornos virtuales de aprendizajes (EVA) lo que hace que adopte un rol más maduro”, precisa Pilar.
En palabras de una alumna del Master en Gestión de Recursos Humanos ha sido “fácil adaptar este trabajo online con el resto de las actividades que realizo diariamente”. “He investigado de manera autónoma y es un buen método de aprendizaje”, añade.
Para otro alumno de ese mismo máster, la plataforma e-Start mejora “notablemente” el nivel profesional. “Lo mejor, sin duda, es el apoyo de la empresa, la apertura y el romper las barreras de la situación geográfica”, comenta.
Al mismo tiempo se generan oportunidades de valor para la formación en un entorno digital real que favorece el “aprender-haciendo” y se facilita un vínculo con los profesores y tutores que ayuda a potenciar el talento y profundizar en la relación con las universidades.
Por último, se promueve la colaboración Universidad-Empresa. “Se amplía la capacidad de la universidad de colaborar con un mayor número de empresas, en especial pymes, se amplía el ámbito geográfico y se intensifican las relaciones entre tutores académicos y empresariales siempre beneficioso para todos”, finaliza la responsable de e-Start.
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