Uno de los factores que más influyen en la empleabilidad de los trabajadores es su nivel formativo. Aquellas personas mejor formadas tienden a encontrar mayores oportunidades laborales que quienes cuentan con un nivel educativo menor.
Según el Instituto Nacional de Estadística, los titulados universitarios tienen una tasa de paro de tan solo el 8,61%, frente al 14,31% que tienen los trabajadores que han cursado la segunda etapa de educación secundaria con orientación profesional y casi el 27% de las personas que únicamente cuentan con estudios primarios.
Además, el número de ocupados que cuentan con estudios superiores ha aumentado casi un 25% en los seis últimos años, al pasar de los 7.131.100 trabajadores del primer trimestre de 2014 a los 8.812.300 del último trimestre de 2019. Frente a este dato, los ocupados con formación más básica han caído en este periodo de forma abrupta, lo que demuestra la cada vez mayor necesidad de contar con una cierta formación para garantizar el acceso a un puesto de trabajo.
Esta situación es especialmente preocupante en el caso de los parados con menor nivel educativo, que tienen una probabilidad menor de emplearse que aquellos con estudios superiores, con independencia del momento del ciclo económico en que se esté.
Inquietud en el sector de la Formación
Según documentos de traspaso de competencias entre Ministerios, el Gobierno se plantea derogar la ley de formación y se arriesga a paralizar los cursos, motivado por el traslado de las competencias de la formación profesional en el empleo (FPE) del Ministerio de Trabajo al Ministerio de Educación. Por ello, en el próximo Congreso de Aenoa se desarrolla una mesa redonda para que distintos agentes del sector indiquen su opinión y las novedades al respecto.
Esta pelea entre Ministerios puede provocar una paralización de la formación continua, incluido los cursos de Formación Bonificada. El Ministerio de Educación ha planteado la derogación de la Ley 30/2015 y del Real Decreto-ley 4/2015 en un documento interno que contempla el traspaso de competencias, fondos y personal del SEPE Estatal al propio Ministerio de Educación. La discrepancia por los 2.300 millones de euros de FPE entre el Ministerio de Educación y el de Trabajo sigue generando problemas, y causa incertidumbre en el sector de la Formación.
El Gobierno quiere retirar esta competencia a Trabajo, y pasarla a Educación, y ello provocaría una paralización de la Formación Continua, es decir, de los cursos para trabajadores que se financian con las cuotas de empresarios y trabajadores a la Seguridad Social. Los Agentes Sociales dicen que sólo se necesita realizar retoques en la norma, pero no eliminarla al completo. Ya que el cambio produciría un vacío normativo que bloquearía por completo la Formación Continua, incluido los 661 millones de la Formación Programada.
La formación debe ser continua a lo largo de la vida laboral
La mayoría de expertos afirman que la formación que debe recibir un individuo debe ser continua a lo largo de toda su vida laboral, sobre todo en un ámbito tan digitalizado, abierto y competitivo como el actual.
Sin embargo, los parados con estudios más bajos no consideran tan relevante la necesidad de formarse para mejorar sus carreras laborales. Esta es una de las razones por las que no prosiguieron sus estudios hasta la universidad, y tienen menos interés en decantarse por la formación continua. A esta percepción contribuye también el hecho de que su puesto de trabajo no requiere de las habilidades necesarias como para estar continuamente reciclándose desde el punto de vista profesional.
Además, las empresas todavía no parecen concederle demasiada importancia a la formación continua y bonificada para sus empleados, muchas veces por desconocimiento y otras por considerarlo no necesario. Tan solo el 21,22% de las empresas que potencialmente habrían podido acceder a esta bonificación han puesto en marcha planes de formación entre sus trabajadores, según el último Informe anual Formación en las Empresas 2018, elaborado por Fundae – Fundación Estatal para la Formación en el Empleo.
Las necesidades formativas serán cada vez más importantes
En las próximas décadas, las empresas demandarán más servicios de formación y los empleados más iniciativas para formarse, especialmente para mejorar la formación continua de los trabajadores de estudios medios y bajos. Por eso es esencial para preparar al mercado de trabajo para los desafíos de la digitalización y la automatización.
En este contexto se celebra Expoformación 2020, un evento que tendrá lugar en Madrid los días 5 y 6 de marzo de 2020 junto al Congreso Nacional de Formación Continua organizado por Aenoa, con una participación de Entidades Organizadoras, responsables de RRHH, proveedores de Formación, docentes y profesionales del sector.
Un punto de encuentro donde podrás encontrar mesas stands de proveedores de formación donde conocer de primera mano todos sus productos y servicios relacionados con formación continua bonificada y subvencionada, formación profesional para el empleo, licitaciones del sector de la formación o servicios de prevención de riesgos laborales, entre muchas otras.
No cabe duda que la formación es el elemento clave para enfrentarnos a todos los retos futuros. Por eso es necesario contar con todas las herramientas y servicios necesarios para ayudar a los empleados en este continuo reciclaje personal y profesional.
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