En términos generales podemos señalar que llevamos unos años de mejora económica global y también en España. Es probable que esta tendencia se modifique y la economía crezca menos o casi nada en los próximos trimestres. Para muchos empleados será una situación, quizá no totalmente nueva, que afrontarán por primera vez, con treinta y tantos años, en posiciones directivas o de liderazgo. Una generación de nuevos directivos, experimentarán un nuevo entorno con condiciones económicas desfavorables.
Ante esta situación ¿qué pueden hacer las organizaciones? A esta cuestión Ignacio Mazo, director de la unidad de Liderazgo y Management de BTS, afirma que “en primer lugar, hay que tener en cuenta el factor miedo. El miedo o la preocupación puede disminuir los niveles de colaboración o de trabajo en equipo, en la medida que el interés propio de las personas crece. Si parece que puede perderse el puesto trabajo, la necesidad de mantenerlo puede desincentivar la colaboración y el aprovechamiento de la inteligencia colectiva, en un momento en que son más importantes que nunca”.
Por ello, reforzar la capacidad de recuperación se debe construir, tanto a nivel individual como de equipo, a través del coaching. Cultivar la autoconfianza, la resiliencia, etc. no sólo contribuye a mejorar el ambiente en el lugar de trabajo, sino que brinda a los empleados las herramientas para anteponerse a los problemas, algo que es una gran ventaja frente a la competencia.
Una práctica que ayuda eficazmente a desarrollar la capacidad de recuperación de la organización y el equipo”, indica Ignacio Mazo, “es el denominado Future Storming, que es el proceso de identificar riesgos y tendencias, que pueden afectar al negocio o al sector en el que opera la empresa y combinarlos en nuevas maneras de pensar y en soluciones para mitigar estos riesgos. Esta experiencia ayuda a los líderes a predecir diferentes escenarios, lo que les motiva a desarrollar la capacidad para enfrentarse a la incertidumbre, fortalecer la colaboración y reducir el riesgo y el impacto de circunstancias imprevistas del entorno económico”.
Las sesiones de Future Storming que deben ejecutarse sacando al equipo de su entorno habitual para dedicar tiempo sin la presión del día a día, imaginando diferentes tipos de situaciones futuras para la empresa, pensando críticamente sobre cómo evitar los resultados negativos y cómo promover los positivos. Además, la búsqueda de soluciones es fundamental, ya que son el germen de ideas disruptivas y de nuevos proyectos.
Estos momentos difíciles son momentos en los que los equipos directivos también deben ser capaces de contribuir a mejorar o mantener los ingresos y los resultados. Esto requiere una gran visión financiera y de negocio, para comprender cómo las decisiones de cada área deberán cambiar para impactar positivamente en los resultados, al mismo tiempo que continúan innovando y probando nuevas ideas para impulsar el negocio.
La preparación ante un futuro incierto, la capacidad de resistir ante las dificultades y la confianza para impulsar las ventas, son fundamentales para el éxito en un nuevo entorno, al proporcionar herramientas, expectativas e inspirar a los jóvenes líderes a tomar el control del futuro. En lugar de actuar precipitadamente, cuando el aumento de la incertidumbre engaña al cerebro hacia la inacción, actuar con anticipación capacita a los líderes para impulsar las mejoras necesarias para alcanzar el éxito.
“En definitiva, es hora de concienciar a los líderes para que estén preparados para los tiempos difíciles. Para ello, el equipo debe afrontar el futuro construyendo la resistencia y la confianza necesarias para tomar buenas decisiones. Mejor aún, hay que proporcionarles las habilidades para innovar en nuevos productos, servicios y modelos de negocio para impulsar su organización hacia adelante”, concluye el directivo de BTS.
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