En pleno momento de despegue del sector de la construcción, llama la atención que solo tres personas se hayan inscrito a un ciclo superior para formar a encargados de obra. Quedan menos de diez días para que el instituto público de Jinámar, en Canarias, cierre la inscripciones y, pese a prácticamente asegurar trabajo a los alumnos, todavía están muy lejos de llenar el aula. «Salen a hacer las prácticas y se quedan dentro», aseguran desde el IES Fernando Sagaseta al medio regional Canarias 7.
Es por ello que todavía impacta más el poco interés que ha despertado esta formación, con datos tan halagüeños en cuanto a sus salidas laborales. Dos años les bastan a los alumnos para obtener el certificado que les faculta para ejercer como encargados de obra. Además, no hay límite de edad. Pero da lo mismo: en apenas dos años el empleo está prácticamente asegurado. La creciente demanda de trabajo en el sector y el hecho de que haya muy pocos centros que impartan esta formación, favorecen la empleabilidad para quienes se lanzan a realizar el módulo.
Las razones no están claras: puede que sea la falta de interés, la falta de información y difusión, o con una «losa injusta que cayó sobre el sector tras la crisis: es un trabajo duro, está mal pagado…», aseveran desde el centro.
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