Aprender inglés es, junto con apuntarse al gimnasio o adelgazar, uno de los propósitos más recurrentes que “se dejan para septiembre” y también los que más se abandonan a los pocos meses.
David Bradshaw, Responsable del Departamento de Evaluación en Cambridge Assessment English para España y Portugal, fundación sin ánimo de lucro perteneciente a la Universidad de Cambridge, y experto en enseñanza del inglés considera que “el problema es preocupante, ya que el aprendizaje de un idioma requiere constancia y tiempo. A menudo el abandono se produce porque los alumnos no perciben avances en su aprendizaje y no tienen oportunidad de aplicarlo lo suficiente en su vida diaria, lo cual lleva a la desmotivación a corto plazo. De ahí que resulte importante, por una parte, fijarse objetivos concretos y realistas, y evaluarlos de forma regular y, por otra, de aprovechar todas las oportunidades para practicar el idioma que se presenten en la vida real”.
Así como las “dietas milagro” no existen y los expertos en nutrición aconsejan hábitos saludables para mantener el peso a raya, en lo referente al aprendizaje del inglés, podemos extrapolar estos “hábitos saludables” en los siguientes consejos:
- ¿Hasta dónde quieres llegar?, ¿cuál es tu peso ideal?: A la hora de aprender inglés, es muy importante fijarse objetivos alcanzables e ir midiendo el progreso de forma regular. Estos objetivos pueden ser superar el nivel de inglés actual – pasando de un B1 a un B2, por ejemplo; mejorar en las habilidades de conversación; dominar técnicas de escritura, etc. Sea cual sea el objetivo final que uno se plantea, es muy importante identificar una serie de pasos que nos llevarán hasta esta meta – este tipo de escalera de aprendizaje nos ayuda a definir cómo alcanzar nuestra meta, y nos permite visualizar una serie de éxitos intermedios que mantendrán la motivación. La medición precisa de las cuatro habilidades de la lengua a través de la evaluación y de la certificación es fundamental para saber si estos objetivos se están cumpliendo y, permite identificar dónde hay que introducir elementos correctores.
- Ser constante y divertirse: relacionado con el punto anterior, existen muchos recursos digitales gratuitos que cumplen este objetivo: juegos online, quiz, series de audio… para todos los niveles, edades y disponibilidad en cuanto a tiempo. Desde Cambridge English ofrecemos decenas de estos recursos a medida de cada estudiante. Todos ellos pueden encontrarse en la plataforma http://cambridgeparati.es/
- Hábitos alimenticios saludables a largo plazo – considerar tiempos de aprendizaje realistas: es importante saber que el aprendizaje de cualquier idioma es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y sobre todo constancia. Las “fórmulas mágicas” no suelen dar resultados satisfactorios y eso invita al abandono. Por ello es importante buscar buenos profesionales que ayuden a determinar con realismo el tiempo que vamos a necesitar para alcanzar los objetivos.
- Hacer ejercicio: muchas veces, la frustración viene de las escasas oportunidades de practicar el idioma. Afortunadamente, y sobre todo en el caso del inglés, hoy existen múltiples opciones de poner en práctica lo aprendido: televisión y cine en versión original, chats en Internet y un largo etcétera. Al igual que con el ejercicio físico, no es necesario siempre dedicar mucho tiempo a practicar el idioma – con unos minutos de práctica de forma regular, se puede notar avances significativos.
Los comentarios están cerrados.