La Formación Profesional está ganando protagonismo en el ámbito educativo. Según los expertos, en los próximos años, la mitad de los puestos de trabajo que demandará el mercado laboral necesitarán profesionales con una cualificación intermedia. De ahí, a que el debate entre universidad y formación profesional sea cada vez más actual.
La Fundación ATRESMEDIA y la Fundación MAPFRE presentaron un estudio llamado «Reflexiones sobre la Formación Profesional de Grado Medio y Superior en España» a través de la iniciativa «Descrubre la FP», que ambas entidades pusieron en marcha en 2015 para poner en valor y dar a conocer la FP en España. El informe fue elaborado por el IESE Business School, a partir de investigaciones propias y datos procedentes de fuentes de reconocida solvencia como el Foro Económico Mundial, la OCDE o el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional.
Una de las principales conclusiones es que la FP es una educación práctica, con una variada oferta de titulaciones que permite adaptarse a las habilidades personales y que desarrolla las competencias demandadas por las empresas. Además, el acercamiento al mundo laboral a través de las prácticas en los centros de trabajo, la hace especialmente atractiva y motivadora para los jóvenes. El número de matriculaciones en los ciclos formativos de FP para el curso 2017/2018 no ha hecho más que reforzar todas las conclusiones y confirmar la tendencia al alza en los últimos años.
El debate surge con la educación universitaria y las ventajas y desventajas que esta supone, ya que según este estudio, menos de la mitad de los recién titulados universitarios (46%) acceden a un puesto de trabajo acorde a su titulación durante el primer año de su trayectoria profesional y un 30% tampoco lo consigue después de 4 años.
Según este informe, en 2014 el 19% de los titulados universitarios no trabajaba, frente al 11% de los graduados en FP que tampoco lo conseguía, con ocho puntos de diferencia.
Por otra parte, España presenta una escasez de cualificaciones intermedias (23,1% frente al 48,9%). Esta situación presenta un gran reto para la FP, que se configura como una oportunidad para el cambio de la estructura del mercado laboral actual. La flexibilidad y la actualidad de la FP a la realidad española es un reto imprescindible para atender nuevos sectores de actividad y alcanzar mayor empleabilidad juvenil.
En relación con el mercado laboral, en los últimos años está demandando más conocimiento técnico especializado, y esto irá incrementándose. Cada vez será más importante poseer capacidades para desarrollar competencias transversales y habilidades relacionadas con la lógica del negocio. Para poder adquirir correctamente estas habilidades, la FP es pieza imprescindible. El informe indica que la empleabilidad futura requerirá competencias como: negociación, visión de negocio, orientación a clientes, trabajo en equipo, etc.
A pesar de que los resultados son favorables para este tipo de formación, padres y alumnos todavía tienen prejuicios y siguen manteniendo que la universidad tiene más salidas profesionales. Esta imagen cambia radicalmente cuando se les informa de los datos concretos, ya que los estudios FP cuentan con una oferta amplia y variada, lo que permite dar respuesta a las vocaciones, capacidades e intereses de cada alumno.
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