El uso de los drones será cada vez mayor en ámbitos como la agricultura, la inspección de infraestructuras o las tareas de vigilancia, e irá desarrollándose con nuevos usos, abarcando tareas hasta ahora desconocidas como son el transporte de paquetería, la actuación en casos de emergencia o incluso, a más largo plazo, el transporte de personas. Según cifras proporcionadas por el Ministerio de Fomento, las estimaciones para el año 2017 apuntaron un incremento anual en las ventas de drones de uso civil a nivel mundial de un 34,3 %, pasando de unos 4.500 millones de dólares en 2016 a unos 6.000 millones.
El rápido crecimiento del número de operadores y las nuevas aplicaciones de los drones, unido a los requisitos de formación para pilotar estas aeronaves, ha dado lugar a una proliferación de las escuelas de formación de pilotos (ATO) que imparten formación de piloto de drones pero la oferta formativa relacionada con el sector se centra principalmente en la formación de pilotos y no está estandarizada. Fortalecer los programas de formación en materia de diseño de componentes, sistemas y su integración en plataformas aéreas facilitará la labor de las empresas tecnológicas españolas en el desarrollo de nuevos productos. Asimismo, se considera conveniente estandarizar la oferta formativa de forma que las empresas puedan contar con profesionales altamente cualificados con capacidad para desarrollar soluciones tecnológicas adaptadas a las demandas del sector. “Nosotros hemos sido pioneros en impartir formación en mantenimiento de Drones y numerosos alumnos ya están trabajando en este sector. Pero además, hay una doble vertiente de formación ya que se necesita instrucción para su manejo pero también para su construcción. La formación es necesaria en cualquier área relacionada con Drones, ingeniería, diseño, aeronáutica, mantenimiento, pilotaje, tratamiento de datos, informática, etc.”, explica José Antonio Álvarez, director general de Exes.
Sabiendo la importancia de la formación desde el conocimiento Exes, compañía especializada en la capacitación profesional de los Recursos Humanos, se acreditó como Entidad Operadora de Aeronaves RPA’s de hasta 25 kg de masa máxima al despegue (MTOM) en la Agencia Estatal de Seguridad Área (AESA) para de este modo cumplir con todos los requisitos, incluidos los seguros necesarios, para realizar los vuelos de prueba de las clases presenciales y talleres de sus Másters y Cursos oficiales. Desde el 2016 llevan trabajando para contar en su cartera de formación con un Master Certificado Élite de Mantenimiento de Drones-RPAS Rotary Wings, un Master Certificado Élite de Impresión 3d y aplicaciones profesionales de Drones y un Master en Mantenimiento de Drones, Impresión 3d y aplicaciones profesionales con titulo propio de la UDIMA. Además cuenta con dos cursos: Especialista en Mantenimiento de Drones-RPAS Rotary Wings y Curso Especialista en Impresión 3d y aplicaciones profesionales de Drones, ambos apoyados por un título de la UDIMA.
El crecimiento del sector de los drones ha llevado a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) a registrar casi 3.000 operadores y 74 escuelas autorizadas para el curso de pilotos de drones. Según los datos facilitados por AESA, en la actualidad hay más de 3.754 pilotos y más de 4.375 aeronaves habilitados para uso profesional. Los drones tendrán que formar parte del nuevo ecosistema tecnológico, en el que el Big Data, el Internet de las cosas o la inteligencia artificial tendrán cada vez más protagonismo en nuestra sociedad. Por tanto, el desarrollo del sector tiene que estar ligado necesariamente con una apuesta decida por la innovación, por una innovación ambiciosa y vanguardista, que considere al dron como un elemento clave integrado en nuestro día a día. “Estamos muy contentos con que el gobierno sea consciente de las necesidades del sector. La transformación tecnológica que está sufriendo la sociedad es muy profunda y los drones son un buen ejemplo pero este cambio exigirá de un esfuerzo adicional de todos los actores implicados; esfuerzo de entendimiento, de valentía e imaginación y todo esto es mucho más fácil si el sector está unido. La Administración ha dado un paso importante y AESA ha abierto sus puertas en comisiones de trabajo a todos los actores vinculados al crecimiento del sector y nos ha permitido hacer cosas que antes estaban prohibidas. Además, para 2021 esperamos una normativa europea que organizará aún más el sector. Será nuestra responsabilidad conseguir que España esté a la cabeza de los avances o que nos quedemos rezagados como en otras ocasiones”, explica José Antonio Álvarez.
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