El 70% de los fondos que la Administración pone a disposición de las empresas para la formación de sus trabajadores termina no utilizándose y las pymes encuentran «excesivas dificultades» para poder gestionar ágilmente el uso de estos fondos.
Así se desprende de un monográfico de Formación y Mercado de trabajo en España, recogido en la revista de economía 3CONOMI4, editada por el Consejo General de Economistas (CGE), que advierte de una menor tasa de ocupación de los titulados universitarios españoles con respecto a los del conjunto de la Unión Europea (78,5% en España y 84,1% en la UE) y una tasa de paro más elevada (12,4% y 5,5%, respectivamente).
De todos los países de la Unión Europea, España era en el año 2015 el quinto con un menor porcentaje de trabajadores entre 25 y 64 años ocupados en tareas de alta calificación, con un 32,9%, frente al 40,7% del conjunto de la UE.
Asimismo, el porcentaje de población con estudios de educación secundaria y postsecundaria no superior en países del entorno de España (48%) es más del doble que el de España (22%).
LAS DIFERENCIAS SALARIAL
Según el monográfico, los salarios de los trabajadores con estudios universitarios superan en casi un 200% a los de los que no han concluido la ESO. La media de los salarios brutos mensuales de los ocupados con una titulación de enseñanza terciaria es prácticamente un 30% superior al dato para el conjunto de la población empleada.
Además, la tasa de ocupación de los graduados superiores en España es un 16% más elevada que la de los titulados en el nivel educativo inmediatamente inferior (bachillerato o ciclo formativo de grado medido), la tasa de paro un 35% inferior y los ingresos un 51% superiores.
Los especialistas consultados en el monográfico señalan que la mayor prima salarial y mejor productividad de los graduados frente a los que no lo son hacen que invertir en educación constituya una estrategia «recomendable» a nivel individual como colectivo.
De esta forma, abogan por impulsar la formación profesional dual que alterna la educación reglada en la escuela con el aprendizaje en la empresa, para corregir la particular estructura del capital humano en España.
ORIENTACIÓN LABORAL
También advierten de que el tejido empresarial español no reúne los requisitos que facilitan la formación en el puesto de trabajo, por lo que ven que hace falta la implicación del sector público en la promoción y financiación de actividades formativas.
Igualmente, consideran que, aunque la nueva regulación del Sistema de Formación Profesional para el empleo introduce mejoras en este campo, es necesario que la Administración implemente estas mejoras en la práctica.
A pesar de que España es el país de la UE donde más graduados están ocupados en trabajos de baja cualificación, instan a mejorar el servicio de orientación laboral de los universitarios potenciando las bolsas de trabajo de las Universidades y perfeccionando el sistema de prácticas en empresas para estudiantes en los últimos cursos de titulación.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha señalado que los estudiantes y el sistema educativo deberían «orientar sus esfuerzos hacia habilidades tendentes a la empleabilidad».
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