CC.OO. cree que el sistema de formación «atraviesa su peor crisis» y ha destacado que por cuarto año consecutivo sigue descendiendo de manera preocupante la tasa de cobertura formativa en España, que ha bajado del 31,1% registrado en 2012 al 22,7% actual.
Así se desprende del balance de la situación de la formación para el empleo de 2016 de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo-Fundae, de la que CC.OO. forma parte, que recoge las cifras estadísticas del conjunto de las iniciativas que gestiona durante un año.
En concreto, en 2016, un total de 367.770 empresas han realizado formación para sus trabajadores, cifra que contrasta con las 439.188 que lo hicieron en 2015 y las más de 459.000 que apostaron por la formación de sus trabajadores en 2012.
Del total de empresas que invirtieron en formación en 2016, más del 95% eran micropymes de menos de 10 trabajadores. Para CC.OO. estas cifras ponen de relieve que miles de trabajadores se están quedando «sin formación y sin la oportunidad de actualizar sus perfiles profesionales y competencias».
Si se tiene en cuenta la edad de los participantes, la cifras indican que la participación de los jóvenes «cae en picado». En concreto, la proporción de menores de 35 años sobre el total del alumnado es del 30%, mientras que en 2008 era del 50%.
Las mujeres suponen un 44%, por debajo de su peso en el universo de personas asalariadas, que es del 46%. Los contratos a tiempo parcial, la temporalidad y el empleo precario impiden que estos colectivos puedan ampliar su perfil profesional, «una asignatura más que sigue pendiente y en la que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social no parece reparar», según el sindicato.
Para la organización sindical, el problema reside en que la mayoría de los recursos para la formación bonificada los gestionan las llamadas «entidades organizadoras», empresas que se encargan de organizar e impartir eficazmente la formación cuando la empresa no lo hace y que, según el sindicato, ofertan cursos generalistas, que no se ajustan a las necesidades reales de los trabajadores.
El representante de CC.OO. en el patronato de la Fundae, Francisco Moreno, ha afirmado que desde el sindicato se lleva años denunciando esta situación y que «lamentablemente los datos le siguen dando la razón».
Según la secretaria de Empleo y Cualificación Profesional, Lola Santillana, «la formación bonificada no corrige los desequilibrios en el acceso a la cualificación, sino que los acentúa». «Es necesario que se establezcan de nuevo prioridades en el acceso a los cursos para conseguir un uso más justo y equilibrado de unos recursos que pagamos todos», ha asegurado.
Teniendo en cuenta los datos del balance, CC.OO. considera que es necesario que se recupere un modelo de formación consensuado, que se atienda a las necesidades reales de los trabajadores y que se ejerza un «mayor control» sobre la formación bonificada, vigilando a las entidades y apoyando a las micropymes para que los cursos respondan a sus necesidades.
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