Los jóvenes españoles conocen estos días los resultados obtenidos en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), que les permitirán cursar estudios superiores y, con ellos, orientar su futuro profesional. Pero, ¿en qué se han basado a la hora de elegir su formación? En los últimos años, la vocación es la que manda y las generaciones jóvenes son las que la tienen más en cuenta a la hora de seleccionar sus estudios.
El 74% de la población activa de 16 a 24 años afirma haber elegido su formación pensando en su vocación. Esta cifra es superior a la media general que se sitúa en el 63%. En el lado opuesto, el porcentaje se reduce al 53% entre los que tienen 45 y 49 años. Son datos de una encuesta elaborada por NetQuest para InfoJobs a una muestra representativa de la población activa española.
“Si algo caracteriza a las nuevas generaciones es que su principal motivación en todo lo que hacen es ser felices. Aspecto que se refleja, también, en las decisiones relacionadas con su vida laboral. Muchos jóvenes dan más importancia a su vocación que a la demanda profesional existente o al nivel salarial que puedan alcanzar”, explica Dominique Cerri, Directora General de InfoJobs.
Al mismo tiempo, se aprecian diferencias entre hombres y mujeres a la hora de elegir su formación, siendo ellos más prácticos en su elección. Mientras el 69% de las mujeres manifiesta haber elegido sus estudios por vocación, en el caso de los hombres el porcentaje se reduce al 61%.
Del ámbito formativo a la incorporación laboral
Los niveles de elección de estudios por vocación en España contrastan con la realidad de cómo se traslada dicha formación a la incorporación laboral. Muestra de ello es que cuatro de cada 10 personas empleadas afirman no estar trabajando en la profesión para la que estudiaron.
Según el Informe, los principales motivos por los que los españoles que estudiaron por vocación, no trabajan actualmente de lo que han estudiado son: por voluntad propia (el 41% de la población activa) y, en segundo lugar, porque no hay trabajo de lo que estudiaron (el 35%). Si nos fijamos en aquellos que estudiaron pensando en su futuro laboral, el 47% no trabaja de lo que estudió porque ha decidido proactivamente dar un cambio de rumbo.
Satisfacción con la elección
No obstante, el 78% de la población activa que ha elegido sus estudios por vocación afirma que no se arrepientede su decisión.
Aquéllos que sí se arrepienten actualmente de los estudios elegidos declaran que cambiarían su formación hacia una vertiente tecnológica o sanitaria, u optarían por la formación profesional. Si tenemos en cuenta el género, el 42% de los hombres optaría por estudios superiores de ingeniería o tecnología, mientras que el 27% de las mujeres consideraría formarse en estudios sanitarios.
Los comentarios están cerrados.