El 60% de las empresas desconoce lo que es la formación profesional dual y solo el 8,7% participa en proyectos formativos de este tipo, según el Observatorio de Competitividad Empresarial sobre Formación elaborado por la Cámara de Comercio de España.
Según ha recalcado la Cámara de Comercio, mejorar la calidad de las prácticas en empresas como medio para aumentar la empleabilidad de los trabajadores es una de las políticas que más demanda y valora actualmente el tejido productivo español.
Sin embargo, el obstáculo principal a la hora de participar en proyectos de formación profesional dual para el 36,4% de las empresas es la falta de tiempo para tutelar a los estudiantes, seguido por la no disposición de puestos de trabajo para cubrir con estudiantes de este tipo de programas (33,3%) y el no tener claro los beneficios que puede reportar a su compañía (23,6%).
El Observatorio también ha encuestado a las compañías sobre la percepción que tienen del nivel formativo de sus trabajadores. La mayoría de ellas considera que los trabajadores contratados en los dos últimos años disponen de una «formación adecuada a las habilidades requeridas» para desempeñar su actividad profesional.
No obstante, los idiomas continúan siendo la asignatura pendiente, ya que sólo el 32,3% de los encuestados considera que el nivel es elevado o adecuado. Por su parte, los conocimientos técnicos y las habilidades como el trabajo en equipo o el liderazgo son los aspectos formativos que más valoran las entidades de sus empleados.
El uso de tecnologías de la información y la comunicación ha mejorado con la incorporación al mercado laboral de las nuevas generaciones, más familiarizadas con la economía digital.
EL MITO DE LA SOBRECUALIFICACIÓN
La encuesta revela que, a medida que disminuye el nivel de cualificación y responsabilidad del trabajador, crece el porcentaje de empresas que cree que el nivel de formación es adecuado, pero no elevado.
Mientras que el 55% de las compañías aseguraron que el nivel medio de cualificación de gerentes y directores es elevado, así como un 48,9% en el caso de licenciados e ingenieros, el porcentaje se reduce a un 25% en el caso del personal administrativo y auxiliar, un 16,5% para operadores cualificados de industrias y construcción y un 6,6% en el caso de peones y otros operarios.
El Observatorio considera que estos datos «rompen con el mito sobre la sobrecualificación de los empleados» para el desempeño de sus ocupaciones reales.
El mayor desajuste entre la cualificación de los trabajadores contratados recientemente y las necesidades de la empresa lo han presentado los servicios de restauración, personales y vendedores, para los que un 12,2% de las compañías encuestadas cree que su nivel es insuficiente.
PROPUESTAS DE MEJORA
Más del 80% de las empresas sobre las que se ha realizado el estudio identifican el incremento del gasto público en educación como principal solución para mejorar el sistema formativo español.
El segundo remedio, con casi el 80% de aprobación, es la necesidad de potenciar las asignaturas de idiomas y las estancias internacionales durante la formación.
Otras políticas que ayudaría a adaptar la oferta de los trabajadores al tejido empresarial son un sistema educativo estable y fruto del consenso entre partidos políticos, una mejora de la calidad de las prácticas en empresas con más implicación de los alumnos y las empresas y una mejora de la comunicación entre las compañías y las universidades, con el fin de adaptar la oferta formativa a lo que se requiere.
En esta línea, solo el 36,2% de las empresas ha colaborado con las universidades en su actividad productiva.
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