Según confirman desde Datisa, en general, la formación no es prioritaria para las empresas en nuestro país. Aunque se empieza a ver un cambio de tendencia, lo cierto es que la formación ocupa las últimas posiciones en el ranking de prioridades tecnológicas de las pequeñas y medianas empresas.
Isabel Pomar, directora comercial de Datisa justifica esta situación argumentando que “nos dejamos llevar por el día a día y en el entorno de la pyme, en el que el tiempo y los recursos son limitados, siempre se encuentran otras áreas de mayor interés sobre las que poner el foco. La formación suele quedar relegada y con ello, la posibilidad de obtener mayores rendimientos de los aplicativos con los que se trabaja”.
Conscientes de esta realidad y muy concienciados con la importancia de impulsar el conocimiento dentro de las organizaciones, el fabricante español, elabora múltiples propuestas de formación, entre las que destaca la formación a medida. La personalización en este sentido ayuda a establecer rutas formativas acordes con las necesidades específicas no sólo de cada departamento dentro de la organización sino hasta de cada usuario.
El objetivo de Datisa es poner en valor no sólo la tecnología en sí, por su capacidad para automatizar y estandarizar procesos, sino empoderar también al propio “usuario tecnológico” para incrementar su autonomía y, sobre todo, para dotarle de la capacidad necesaria para obtener siempre lo mejor de cada herramienta.
Mentalizar al usuario sobre la importancia de evolucionar para impulsar el progreso, es uno de los pasos más importantes que aún falta por dar en las pymes españolas. El segundo, escalón sería eludir las excusas y buscar el tiempo necesario para la formación. Y el tercer punto pasaría por establecer calendarios para planificar la formación continua.
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