Cada día se desplazan millones de personas en España a través de ascensores, escaleras mecánicas y puertas automáticas de edificios. En 2013, la mayoría de las incidencias de usuarios reportadas a nivel general fueron en ascensores y por tropiezo al entrar, salir o atraparse las manos con las puertas.
Conscientes de la importancia que tiene la seguridad del usuario, KONE ha creado las ‘Jornadas de seguridad’, una ronda de sesiones formativas en las que la compañía ofrece información práctica y teórica sobre seguridad a los equipos técnicos de instituciones públicas y privadas.
La primera sesión de estas jornadas se ha llevado a cabo en el Centro de Formación que la compañía tiene en Coslada (Madrid) y ha tenido como público a una veintena de Responsables técnicos de mantenimiento, Prevención y Control Financiero de Repsol. El objetivo de la sesión ha sido enseñar a los técnicos a trabajar correctamente en las puertas automáticas y ascensores de sus instalaciones para velar por la seguridad de los usuarios y evitar desafortunados accidentes.
En estas jornadas KONE forma a los técnicos de las empresas cliente para que se lleven a cabo correctamente las pruebas diarias de inspección en las instalaciones. Este proceso de verificación incluye una inspección visual de funcionamiento para detectar:
• Posibles daños causados por un impacto o vandalismo, cristales rotos o bordes afilados.
• Falta de componentes como protecciones para los dedos, señalización y cubiertas mecánicas o eléctricas que podrían afectar a la seguridad.
• Bandas de seguridad, escobillas o sellado de protección en mal estado.
• Ausencia de señales de seguridad en las puertas para peatones.
• Grietas o astillas en el cristal, así como abolladuras o signos similares de impacto en los paneles que pueden ser indicio de daños estructurales y que podrían conllevar daños mayores y riesgos potenciales para la seguridad.
• Ruidos anormales, vibraciones o algún cambio en las características del funcionamiento.
Los accidentes en ascensores, puertas automáticas o escaleras mecánicas pueden tener un gran impacto para las empresas por su transcendencia tanto para la persona accidentada y su familia, como para las relaciones con el resto de clientes, su reputación y las responsabilidades legales que se desprenden por el incumplimiento de la normativa de seguridad. Además, estos accidentes suponen costes significativos debido a la necesaria investigación del accidente, la sustitución y reparación del equipo, los gastos legales y las posibles indemnizaciones. Conscientes de estas consecuencias, KONE destaca la seguridad como su principal prioridad en la fabricación e implantación de sus instalaciones.
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