Saber vender hasta unos años era solo tarea de comerciales. Sin embargo, hoy en día, en un entorno tan competitivo, la demanda de perfiles especializados está experimentando una tendencia creciente, y esto refuerza la necesidad de formación.
Cada vez son más las empresas que requieren de expertos a los que se les exigen experiencia previa y unas habilidades muy definidas. Según explica Renato Mosca, Formador y socio fundador de Training Luxury, empresa internacional formada por expertos en formación y coaching en la industria del lujo.
Desde las inmobiliarias a las empresas de servicios buscan formación de excelencia. Tanto es así, que incluso los profesionales como médicos, abogados, o arquitectos necesitan desarrollar más que nunca sus capacidades comerciales para poder resaltar en un entorno competitivo como el actual. Para ello, la facilitación ha de ser práctica pero también ha de contar con una sólida base de investigación: desde la neurociencia al neuro-marketing, desde el management participativo a la innovación y el espíritu empresarial.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es la formación sobre el desarrollo de la venta de lujo y cómo crear relaciones de larga duración con los clientes. Por ello, desde Training Luxury disponen de una amplia oferta formativa orientada a la formación sobre los diferentes aspectos de la venta (desde la venta cara a cara a las ventas con cita previa) para cubrir las necesidades de la empresa.
Los clientes son más exigentes y buscan continuamente mejorar sus experiencias que van más allá de la compra del producto. Para los equipos comerciales, conseguir identificar cómo involucrar a los clientes se vuelve un elemento clave. El objetivo es comprar y promover la marca, empresa o tienda. Por este motivo, hoy en día las empresas fijan mucho más su atención en las estrategias y la ejecución de fidelización de clientes.
El cambio en las organizaciones es siempre más frecuente y los managers no solo necesitan capacidad para gestionar los procesos, si no también cómo acompañar a las personas en esta labor. Cada vez, hay más empresas que buscan crear un recorrido para el desarrollo de las capacidades de gestión de sus directivos, siempre en función de la comprensión del rol, del equipo y de las palancas necesarias para desarrollar mejor el negocio.
Si hasta hace unos años la formación ha sido eminentemente técnica y las inversiones en los procesos de desarrollo de las personas ha sido más “random”, lo cierto es que ahora las empresas se están dando cuenta que sin una programación estructural es imposible competir a altos niveles y retener los talentos.
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