Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, ha realizado un análisis de los contratos de formación en España en función del nivel educativo alcanzado por los profesionales, su sexo y su región. Este modelo contractual está dirigido a aumentar la empleabilidad de los menores de 30 años, un colectivo que ha experimentado un aumento de sus tasas de desempleo del 22% al 39% entre 2008 y 2014, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística.
El contrato de formación tiene por objetivo la cualificación profesional de los trabajadores alternando la actividad laboral con la formación para el empleo. La duración de este modelo tiene un mínimo de 6 meses y un máximo de 2 años, salvo determinados convenios que permiten que alcance los 36 meses.
El estudio elaborado por Randstad detecta que los contratos de formación han experimentado una variación positiva durante los últimos tres años de manera consecutiva, y se sitúa con la cifra más elevada desde el año 2000.
Durante el último año se realizó un total de 139.864 contratos de formación, lo que ha supuesto un aumento del 77% respecto a 2008, cuando se firmaron 79.000; y del 32% respecto a 2013, que finalizó con 106.000 contratos registrados. 2010 fue el año que registró la cifra más baja desde 2000, con 59.000 incorporaciones.
Menor de 25 años y con educación secundaria, el perfil del trabajador
Cuando se estudian los contratos de formación en función del nivel educativo de los profesionales, el estudio de Randstad pone de manifiesto que existe una relación directa entre estudios y acceso al mercado laboral. De esta manera, el 68% de los contratos de formación firmados en 2014 corresponden a trabajadores con estudios de secundaria o estudios superiores (ciclo formativo de grado superior o título universitario).
Precisamente los profesionales con estudios superiores son los que han registrado un mayor aumento en este modelo de contratación, ya que se han incorporado al mercado laboral casi 7.000 trabajadores de este colectivo el último año, frente a 1.400 en 2008.
Estos contratos favorecen la empleabilidad de los profesionales jóvenes y son más habituales entre los menores de 25 años, que representan más del 57% del total de las incorporaciones.
Todas las comunidades autónomas han aumentado respecto a 2008
Otro de los aspectos que determinan el acceso a un contrato de formación está relacionado con la región en la que se sitúa el profesional. En primer lugar, cabe destacar que todas las comunidades autónomas han experimentado una variación positiva en este modelo de contratación en 2014 cuando se analiza respecto a 2013 y 2008, los dos años que Randstad toma como referencia para este análisis.
Canarias, Comunitat Valenciana, Madrid y Andalucía son las regiones donde más han aumentado los contratos de formación desde 2008, ya que en todas ellas se han duplicado. En el caso de Canarias, la región donde más han crecido, el aumento ha sido del 236%, ya que se han registrado 8.650 contratos en 2014, frente a 2.575 en 2008. Este dato viene motivado por las cifras de Santa Cruz de Tenerife, que han aumentado un 360%; en términos absolutos, ha pasado de 930 contratos en 2008 a 4.275 en 2014.
En la parte inferior de esta clasificación se encuentran Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha, todas ellas con incrementos inferiores al 20%.
Respecto a los datos de, 2013, las variaciones también son positivas en todas las comunidades autónomas, si bien son menos pronunciadas que cuando se compara con 2008. En esta línea, se aprecia que La Rioja, Madrid y Baleares han registrado aumentos superiores al 80%. Por provincias, cabe destacar los incrementos experimentados en Castellón (89%), Vizcaya (89%), Valencia (67%) y Guipúzcoa (62%), que están por encima del 60%.
Desde 2013 se registran más contratos de formación a mujeres que a hombres
El último de los aspectos que analiza Randstad en su estudio es la evolución de las contrataciones en relación al sexo de los trabajadores. Este modelo es más habitual en mujeres que en hombres, si bien las diferencias, en este sentido, no son significativas, pues se trata de un 50,2% frente a un 49,8%. Sin embargo, cabe destacar que este ratio ha variado desde 2008, cuando seis de cada diez contratos de formación los firmaban varones.
Esta modificación refleja que la evolución ha sido diferente entre hombres y mujeres y ha supuesto un cambio en los profesionales que acceden al mercado laboral por medio del contrato de formación. Entre las mujeres, este modelo de contratación ha aumentado un 115% desde 2008, mientras que entre los hombres el incremento ha alcanzado el 50%.
En 2008 se registraron 32.600 contratos de formación a mujeres y 46.375 a hombres. Esta relación, con más contratos de formación a hombres que a mujeres, fue habitual hasta el año 2013, cuando por primera vez hubo más trabajadoras que accedieron al mercado laboral gracias a este modelo contractual. En 2014 se han registrado 70.275 contratos a mujeres y 69.600 a hombres.
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