Después de un merecido descanso y disfrute, volvemos a incorporarnos a la rutina de nuestro día a día, y a algunos (ejecutivos, directivos, desempleados, profesionales liberales, etc.), por un lado, les genera sensaciones encontradas que les suponen una escalera empinada de mucho estrés y, por otro, la necesidad de alcanzar nuevos retos y objetivos, o incluso de reinventarse.
ICF España (Federación Internacional de Coaching) recomienda en estos primeros días post vacacionales abordar con realismo las prioridades, sin olvidar la necesidad de encontrar espacios propios y exclusivos para el crecimiento y el autoconocimiento. No confundamos en esta vuelta lo urgente con lo importante.
El presidente de ICF España, Jesús Rodríguez, señala “que estas etapas de nuevo comienzo a determinadas personas les generan ansiedad y estrés por volver a lo mismo, cuando en realidad lo que subyace es que no les satisface. Por ello, si nos procuramos a nosotros mismos unos espacios adecuados donde poder descubrirnos y plasmar nuestros sueños y retos, lo que conseguiremos en “estas etapas de nuevo comienzo” es que se conviertan en energías absolutamente gratificantes y renovadoras”.
Por tanto, la formula más sencilla es retomar agenda: los que cuentan con un coach certificado por la ICF, contactar con él para establecer una próxima reunión; y a los que todavía no se han decidido o no se lo han planteado, ICF España, (como asociación de coaches de mayor prestigio del mundo, que vela por el desarrollo y la calidad del coaching profesional), ofrece unas pautas de Coaching con las que comenzar esta nueva etapa:
- Interróguese sinceramente, sin restricciones. Está consigo mismo, no tiene que agradar a nadie, usted es el objetivo: ¿Qué quiero lograr? ¿Cuál es el objetivo? ¿Cuál es la situación? ¿Es necesario un cambio? ¿Qué me interesa de ese tema o proyecto concreto -o que tengo pendiente-? ¿Qué obtendría si cambiara? ¿Qué me impide hacerlo? Si no tuviera obstáculos ni restricciones, ¿Qué me gustaría lograr? No se limite e intente huir de sus propios prejuicios.
- Anote todas las ideas e intuiciones que haya obtenido en ese momento. No es necesario un orden.
- Vuelva a interrogarse. ¿Qué necesito para llevarlo a cabo? ¿De qué recursos dispongo? ¿Qué obstáculos puedo encontrar? ¿En qué medida esto supondría un giro transformacional o simplemente un avance? ¿Cómo involucro a mi equipo?
- Con lo anterior desarrolle su propuesta y considere a quién puede necesitar involucrar, sopese las sinergias y establezca la alianza.
- Si ya está dedicado a su desarrollo, no se olvide de seguir cuestionándose ¿Es esto lo mejor que puedo hacer? ¿Cuál es mi grado de satisfacción actual? ¿Cómo lo verán mis clientes, o mis jefes, o mis empleados?
El fin de este pequeño periplo es una gran recompensa, la frase ya muy manida pero no por ello menos extraordinaria, la mejor versión de uno mismo. Y aunque este esquema parece extraordinariamente simple, la realidad nos señala que muchas veces necesitamos acompañamiento profesional para no tener miedo a las preguntas; que fluya la creatividad y la exploración de nuevas posibilidades que solamente usted tiene; y que se trasforme en un plan con acciones concretas y realizables. Por este motivo, si todavía no ha contactado con ninguno, este es el mejor momento, pero tenga en cuenta que para evitar frustraciones o malos entendidos en cuanto a lo que le ofrecerá un coach, elija uno certificado por la ICF.
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