Trabajadores de Coca-Cola Alicante esperan que la primera reunión del proceso de negociación para la ejecución del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que comienza este martes en Madrid, implique «algún tipo de reacción» porque el anuncio de despidos «les está haciendo mucho daño a nivel de publicidad», han apuntado este lunes fuentes del comité de empresa a Europa Press.
La planta embotelladora de Alicante sería una de las cuatro, que junto a Fuenlabrada, Baleares y Asturias, cerraría las puertas con la aplicación del ERE y supondría la desaparición de más de unos 300 de puestos de trabajo en la ciudad, entre directos e indirectos. «Esta tarde hay una reunión de los delegados de Coca-Cola en Madrid y mañana se inician las negociaciones», han apuntado las mismas fuentes.
Los trabajadores aprobaron este pasado sábado un calendario de movilizaciones que comienzan este lunes con concentraciones a las puertas de la planta de Alicante, de 13.00 a 14.00 horas y de 14.00 a 15.00. Hasta el 3 de febrero, fecha en la que se ha planteado el inicio de la huelga indefinida, «se trata solamente de concentraciones de los turnos que salen y entran», ha especificado.
«La huelga sólo se refiere al centro de Alicante, aunque estamos realizando gestiones, sobre todo con el resto de plantas que cierran, para ver si hay algún tipo de movilización conjunta», han continuado.
MOCIÓN EN EL PLENO
A través del grupo municipal socialista en el consistorio, se ha tramitado una moción de respaldo a la planta de embotellamiento y los puestos de trabajo que será votada en el pleno municipal de este mes de enero.
La moción pretende obtener el respaldo de los partidos y han desvelado una llamada de la alcaldesa, Sonia Castedo, al presidente del comité en Alicante, José Vicente Salinas Varó, «en la que le ha transmitido que no habrá ningún problema en cuanto a la moción. Y esperamos que así sea», han indicado las mismas fuentes. Además, han recordado que el secretario general de los socialistas valencianos y diputado nacional, Ximo Puig, planteará en el Senado una enmienda.
BAJAS INCENTIVADAS
Los trabajadores de Coca-cola han adelantado, además, su disposición a aceptar «bajas incentivadas» y «cualquier medida» que implique el mantenimiento de la planta alicantina, «como ya hicimos en dos ocasiones anteriores».
«Todo lo que no suponga cerrar ningún tipo de plantas y que cualquier trabajador se acoja a alguna de las medidas no hemos tenido ningún problema. De hecho, lo hemos hecho en dos ocasiones», ha apuntado Joaquín Gil, secretario de Organización de la Federación de la Industria y Trabajadores Agrarios de la UGT. «Si eso ayuda a que la empresa tenga plantilla más joven o que no tenga la necesidad de tirar a la calle a más gente, bienvenido sea», ha zanjado.
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