RRHH Digital El empresario vigués José Manuel Fernández Alvariño, único candidato a presidir la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), relevará al hasta ahora responsable de la patronal gallega, Antonio Fontenla, al lograr 110 votos a su favor (el 66,7% de los emitidos), 53 en contra y dos en blanco en la asamblea celebrada este martes.
El hasta ahora presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), que se presentaba por tercera vez a la presidencia de la CEG –en las dos anteriores, en 2001 y 2009, había recabado más apoyos Fontenla– accede de este modo al máximo cargo de la patronal gallega tras una cita en la que estaba previsto que se emitiesen 182 votos, aunque finalmente fueron 165 los que se depositaron en la urna, dado que hubo varias ausencias. Se convierte en el sexto presidente de la confederación desde su creación, en 1981.
Además, ha confirmado que dimitirá de su cargo al frente de los empresarios pontevedreses en el comité directivo convocado este miércoles, ya que sostiene que el presidente gallego no debe mantenerse al frente de una organización provincial.
Tras conocerse el resultado de la elección, Fernández Alvariño se ha refirmado en su llamamiento a la «unidad» de los empresarios gallegos, por la que también ha apostado el presidente saliente en su discurso, según ha indicado Fontenla posteriormente a los medios.
Asimismo, el nuevo líder de los empresarios gallegos ha reiterado que promoverá una reforma de los estatutos de la CEG para limitar los mandatos a ocho años y para la «revisión» de los servicios que se prestan y de la «estructura de financiación o los sistemas de cuotas». También ha dicho que dará mayor peso a las confederaciones provinciales y sectoriales y ha pedido a las administraciones insistir «en el tono reformador emprendido por el Gobierno».
El nuevo presidente ha defendido que los actuales estatutos son «muy antiguos», por lo que ha apostado por «adecuarlos a los momentos actuales». Con la reforma, ha insistido, se establecerá que «un presidente provincial no puede ocupar el espacio de la presidencia de Galicia».
«Yo mañana dimito de la confederación de empresarios de Pontevedra», ha incidido en declaraciones a los medios, ante los que ha explicado que cada uno de los presidentes provinciales ocupará una vicepresidencia en la CEG, como viene ocurriendo hasta ahora. Esta disposición reserva a Fontenla, que dirige la patronal coruñesa, uno de estos puestos.
«Vamos a bajar la cuota de presidencialismo y vamos a hablar de una cuota de colaboración entre todas las asociaciones provinciales y todas las sectoriales», ha afirmado Fernández Alvariño, que ha apuntado a que habrá «otras reformas estructurales y financieras».
Precisamente, el reparto de los fondos entre las provincias es uno de los puntos de divergencia entre la dirección saliente y la entrante y Fontenla denunció, durante el periodo previo a las elecciones, la intención de las otras tres provincias de «usurpar» la participación en estas partidas que corresponde a A Coruña por tener un mayor número de trabajadores.
LLAMAMIENTOS A LA UNIDAD
En su discurso tras ser proclamado nuevo presidente de la CEG, Fernández Alvariño ha agradecido a las confederaciones de Ourense y Lugo y a varias sectoriales su respaldo y ha invitado también a los empresarios coruñeses a participar en su proyecto. A su presidente, ha agregado, «se le invita formalmente a participar en esta nueva andadura» en la que «todos» son «necesarios».
Se ha mostrado convencido de que «los empresarios de A Coruña, que son muy inteligentes, se sumarán al proyecto empresarial». Por su parte, Fontenla ha calificado el proceso electoral de «ejemplar». «Quizá hubo tensión durante el periodo electoral, pero una vez terminado, esto se acaba y todos somos amigos y todos somos compañeros», ha afirmado y ha considerado «muy positivo» el llamamiento de Alvariño «a la unidad y a trabajar todos por Galicia».
«Yo ya ofrecí mi colaboración personal e institucional a todo lo que es la CEG y a todos sus posibles dirigentes. Creo que es mi estilo de toda la vida», ha recalcado. Esta postura del presidente saliente ha sido celebrada por el recién nombrado: «Me alegro infinito».
El hasta ahora líder de los empresarios gallegos ha reivindicado su trabajo y ha destacado que Alvariño «se encuentra una CEG distinta» a la que recibió él mismo en 2001, cuando tenía «deudas» y había una «mala sensación» de «todo el mundo» de que la organización los había estado «engañando». «Recuperamos el prestigio y parte del dinero. Tenemos un juicio pendiente, a ver si recuperamos el que nos queda», ha recordado, en alusión al proceso judicial contra la anterior dirección pilotada por Antonio Ramilo –ya fallecido–.
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