En las próximas dos décadas, la única constante será el cambio, por lo que las empresas deberán invertir más esfuerzos en la capacitación de nuevas habilidades de sus equipos para mantenerse competitivas.
Los diferentes cambios que se experimentarán en los próximos 20 años, como la irrupción de nuevas tecnologías, nuevas formas de trabajar, cambio climático, impacto de la IA, cambios culturales y demográficos o la automatización de la industria, transformarán drásticamente la forma en la que actualmente trabajamos.
Estos cambios generan la necesidad de que los profesionales se adapten y aprendan nuevas competencias y habilidades. De hecho, según el último informe de Robert Walters Principales tendencias globales de talento, el 39% de las habilidades clave que son requeridas en el mercado actual cambiarán para 2030.
“Las empresas deben adaptarse a los constantes cambios y proporcionar a sus equipos las herramientas necesarias para impulsar el aprendizaje que, desde hace unos años, podríamos llamar autoaprendizaje, ya que cada profesional continúa capacitándose y adaptándose a los cambios de su rol o sector, para lo que necesita el apoyo de su organización”, explica Ana Soto, Managing Consultant en Robert Walters.
Nuevas formas de aprendizaje emergentes
“Los modelos tradicionales de capacitación y educación han dado paso a métodos más creativos y adaptados a las necesidades específicas de cada uno. Sí es cierto que actualmente es común que los profesionales que están buscando empleo nos pregunten por los planes de formación de las empresas en las que quieren trabajar, ya que creen que es una de las partes más importantes a la hora de decidirse a aceptar una oferta de trabajo”, comenta Soto.
Entre las nuevas formas de formarse destaca el método de aprendizaje entre pares, que consiste en el intercambio y la colaboración entre dos profesionales de igual rango. De este modo, es posible el aprendizaje continuo gracias a la puesta en común de buenas prácticas.
También destaca la tendencia hacia un mayor número de plataformas en línea. Las plataformas digitales y start-ups de e-learning están democratizando la educación y permiten un aprendizaje más personalizado que nunca. El enfoque flexible y experiencial cambia por completo el modo en el que nos formamos.
Según el citado informe de Robert Walters, el 60% de los empleos en economías avanzadas están expuestos a la influencia de la Inteligencia Artificial. Capacitar a los empleados en IA será uno de los principales objetivos a cumplir para que una empresa se mantenga competitiva.
Cinco pasos indispensables para que las empresas se adapten a los trabajos del futuro
- Adoptar el aprendizaje continuo: Las empresas que fomentan una cultura de aprendizaje constante dentro de su organización se caracterizan por animar a los empleados a participar en iniciativas de mejora y actualización de habilidades. De este modo, pueden mantenerse al tanto de los avances tecnológicos y las tendencias del sector.
- Enfocarse en la alfabetización digital: A medida que la tecnología sigue transformando las industrias, la alfabetización digital se vuelve indispensable. Para que los equipos mejoren en el uso de herramientas y plataformas digitales, las compañías deben invertir en programas de capacitación que mejoren sus competencias digitales.
- Cultivar las habilidades blandas: Si bien las habilidades técnicas son importantes, las habilidades blandas o soft skills como el pensamiento crítico, la adaptabilidad, la comunicación y la inteligencia emocional son cada vez más valoradas. Las empresas pueden fomentar el desarrollo en estas áreas mediante programas de mentoría, proyectos colaborativos y capacitación en liderazgo.
- Fomentar la innovación y la creatividad: Crear un entorno que facilite la innovación y la resolución creativa de problemas, es el primer paso para permitir a los empleados experimentar con nuevas ideas a través de recursos que les hagan llegar a soluciones poco convencionales.
- Mantenerse informado y ágil: Las estrategias de búsqueda y selección de talento cambian rápidamente y deben ajustarse a las oportunidades y desafíos emergentes para mantenerse competitivos.
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