La era digital ha revolucionado la forma en que las organizaciones operan y toman decisiones. En este contexto, la cultura del dato y el data-driven mindset se han convertido en elementos esenciales para mejorar el rendimiento y la competitividad. Cada vez más las compañías apuestan por esta nueva filosofía a la hora de encarar los retos de un entorno marcado por una creciente volatilidad.
La importancia de los datos para la gestión empresarial ha aumentado gracias a la confluencia de avances tecnológicos de diversas índoles, como la nube o la Inteligencia Artificial, que han proporcionado un incremento exponencial de la capacidad para generar, extraer, analizar y procesar esta información.
Esta posibilidad ha permitido a las organizaciones guiadas por datos lograr mejores resultados, tal y como apuntan estudios como el Libro Blanco de IDC sobre Thought Leadership (“How Data Culture Fuels Business Value in Data-Driven Organizations”, de 2021). Por este mismo motivo, el 83% de los altos directivos de las empresas apuestan por ser más data-driven como una prioridad principal. Sin embargo, a pesar de esto, las empresas no utilizaban más de un 68% de sus datos para apoyar su negocio en 2020, según señala el estudio ‘Rethink Data’ de Seagate.
Así BTS, consultora especializada en la transformación de las entidades con foco en las personas, ofrece las claves que las empresas deben seguir para convertirse en data-driven de forma efectiva.
“En BTS estamos convencidos de que el correcto uso de los datos disponibles puede guiar a las entidades hacia el éxito. Las compañías guiadas por datos estimulan la innovación, aumentan la productividad, acortan el time-to-market y optimizan la entrega de valor y la satisfacción del cliente. A través de nuestro enfoque basado en las personas ayudamos a esta transición apoyándonos en tres pilares: cultura empresarial, roles con habilidades y capacidades determinadas, y tecnología adaptada a los procesos”, ha explicado Mari Luz Aguado Jiménez, Associate Director en el área de Data + AI en BTS.
Tres ejes para conseguir una organización data-driven
Cultura y mindset de datos: El compromiso de promover la innovación constante y la responsabilidad compartida en cuanto a la calidad y el gobierno de los datos, donde cada integrante del equipo reconoce y valora el poder de los mismos como una herramienta esencial para la gestión del cambio, permite a la organización identificar nuevas oportunidades de negocio y acelerar la innovación. Fomentar una verdadera cultura de toma de decisiones basadas en datos en toda la organización no solo impulsa la innovación y maximiza el valor entregado a los clientes, sino que también mejora el tiempo de comercialización y la productividad, asegurando así que la organización se mantenga competitiva
Roles y competencias específicos: Los insights generados a partir de los datos son lo que realmente hacen avanzar al negocio, pero son las personas quienes deben saber qué buscar, qué aporta valor y qué puede implementarse en menor tiempo y coste.
Si se quiere que los datos sean útiles, reutilizables y ágiles, se necesita tener muy claras las competencias que requiere cada miembro del equipo. Los analistas interpretan los datos, los científicos de datos desarrollan modelos predictivos, y los ingenieros de datos aseguran que la infraestructura es robusta y eficiente, siendo negocio quien conoce la actividad y dónde pueden estar las oportunidades. Esta coordinación precisa permite que la organización avance con fuerza y estabilidad. En ocasiones, para lograrla, se acompañará a los usuarios en el proceso de desarrollo (up-skilling y/o re-skilling), garantizando que cada miembro del equipo de datos pueda desempeñar su rol de manera efectiva.
Tecnología, procesos y herramientas: Los equipos de análisis de datos dependen de una serie de herramientas y procesos para recolectarlos, limpiarlos y analizarlos. Esto significa que las herramientas y procesos tecnológicos deben ser seleccionados y aplicados de manera que apoyen los objetivos estratégicos de la organización, es decir, que la tecnología esté al servicio de la estrategia y no al revés. Es esencial también que los profesionales de la misma cuenten con la capacitación y recursos educativos necesarios que permitan a los empleados adaptarse a las innovaciones tecnológicas, entendiendo y adoptando las nuevas formas de trabajar.
“En muchas entidades, los datos recopilados pueden parecer caóticos y extraer conocimiento de ellos se convierte en un verdadero reto. En estos casos, la transición a un enfoque data-driven puede ser un desafío. Además, a menudo existe falta de alfabetización respecto a los datos, las fuentes de los mismos se encuentran aisladas y se produce cierta resistencia cultural al cambio. En estos casos, los líderes deben ser capaces de conducir esta transformación para conseguir mejores resultados. Con la preparación adecuada en capacidades y tecnología, con un enfoque basado en las personas, las compañías pueden superar estos obstáculos y alcanzar con éxito el buscado data-driven mindset”, ha concluido Mari Luz Aguado.