Las familias con un nivel socioeconómico bajo duermen peor y presentan mayores trastornos del sueño. Esta es la principal conclusión que se desprende del estudio “Condiciones socioeconómicas y sueño”, elaborado por la Alianza por el Sueño e IKEA y que se presenta hoy. Esta minuciosa revisión sistemática de la evidencia científica publicada, que ha puesto la lupa en analizar los condicionantes socioeconómicos que determinan la calidad de cómo dormimos, apunta que el nivel de ingresos, el nivel educativo, el género, así como los roles sociales y laborales, son factores que modulan directamente el sueño de las personas, tanto en la cantidad como la calidad.
Del estudio se desprende que los factores socioeconómicos generan importantes desigualdades a la hora de satisfacer una necesidad vital como es el sueño, creando oportunidades desiguales para obtener un sueño de calidad y reparador. Así, como confirma el estudio, en general, un nivel socioeconómico bajo se asocia con mayor somnolencia diurna afectando la funcionalidad diaria de las personas, aumentando el nivel de cansancio, la fatiga y disminuyendo el estado de alerta, la vigilia, la capacidad de reacción y la autogestión emocional.
En este sentido en una encuesta realizada por IKEA este verano a 2.540 ciudadanos mayores de 18 años sobre la percepción subjetiva del descanso óptimo, se observó la estrecha relación entre el poder adquisitivo y la calidad del sueño. “Según se desprende de esta encuesta, el porcentaje de personas con un nivel adquisitivo bajo que duermen menos de 5 horas duplica a las de nivel medio y alto. Además, se ve que las personas de nivel socioeconómico bajo y medio tienen más dificultades para conciliar el sueño. Esto se puede deber a múltiples factores desde mayores preocupaciones que impiden una rápida conciliación, hasta condiciones ambientales menos favorecedoras para conciliar el sueño como puede ser el calor o el ruido”, explica Álvaro Rol, líder del área de Insights de IKEA en España.
Además, la revisión sistemática de le evidencia científica publicada elaborada por la Alianza por el Sueño apunta a la importancia del nivel educativo, como otro factor determinante a tener en cuenta. El nivel educativo, que es uno de los indicadores socioeconómicos más significativos, está relacionado también con alteraciones en el sueño, por ejemplo, en poblaciones con menor nivel educativo, la prevalencia de insomnio aumenta del 15,6% al 17,1%.
En este sentido, el nivel socioeconómico está estrechamente vinculado con la aparición de problemas y trastornos del sueño, como es el insomnio. Según la revisión realizada por la Alianza por el Sueño, existe una relación bidireccional entre menores ingresos y la presencia de insomnio y otros problemas de sueño en general. Además, aquellas que enfrentan dificultades para llegar a fin de mes presentan un mayor riesgo de somnolencia diurna, lo que afecta su funcionalidad diaria y capacidad productiva, creando un círculo vicioso.
“Según se pone de manifiesto en diversos estudios, el nivel educativo impacta directamente en la calidad del sueño de la persona. De esta forma las personas con niveles de estudio inferiores tienen mayor probabilidad de sufrir trastornos del sueño como insomnio y apnea tanto en la calidad como en la cantidad, lo que repercute en su salud física y mental, en sus relaciones personales y en su desarrollo profesional impidiendo tener mejor funcionalidad diurna que le permita acceder a mejores condiciones socioeconómicas. Es importante crear campañas educativas públicas para reducir la vulnerabilidad en estas poblaciones”, en palabras del Dr. Carlos Egea, coordinador del grupo sanitario de la Alianza por el Sueño.
Por otro lado, el informe señala que la falta de sueño conlleva un coste económico significativo, derivado de sus efectos negativos sobre la salud, el bienestar, la seguridad y la productividad. De hecho, respecto a la productividad, los datos, hablan por sí solos, el insomnio hace perder a los españoles 10.703 millones de euros anuales.
El sueño en la infancia y adolescencia
En este estudio de IKEA y Alianza por el Sueño también ha analizado cómo afecta el nivel socioeconómico de las familias al sueño de niños y adolescentes. Los datos son rotundos, el 58% de los niños y niñas de barrios más desfavorecidos y vulnerables tienen un sueño de mala calidad. En este sentido, existe evidencia de que los ingresos familiares más altos están asociados con menos problemas de trastornos de sueño infantil. Los padres con un estatus económico elevado tienden a tener hijos con menos problemas de sueño que aquellos de menor nivel económico, lo que impacta positivamente en el desarrollo cognitivo y académico de estos niños, brindándoles mayores posibilidades de alcanzar un estatus socioeconómico similar al de sus padres o mejor. Por el contra, un nivel educativo más bajo crea un entorno más vulnerable, afectando negativamente el sueño de las personas, las familias y, especialmente, los niños en su conducta social y su desempeño académico
“Vivir en un barrio desfavorecido, caracterizado por altos índices de desempleo, bajos recursos económicos y un bajo nivel educativo, es un factor de riesgo para que los niños sufran apnea del sueño, y/o insomnio según estudios epidemiológicos. Una mayor incidencia de alergias, asma, inflamación y obesidad y multiplica por 3 la probabilidad de sufrir trastornos mentales. Por ello recordamos la importancia de educar en hábitos de higiene del sueño, y en acudir a un profesional sanitario y no automedicarse sin supervisión de un profesional sanitario.”, explica la Dra. Silvia Gismera, miembro del grupo de Sostenibilidad, Economía y Empresa de la Alianza por el Sueño.
En cuanto al sueño de los adolescentes, el estudio muestra Generación Z duerme mal, como indican los datos el 38,5% de los adolescentes españoles tiene una mala calidad del sueño. Esta mala calidad del sueño nocturno aumenta la probabilidad de desencadenar somnolencia diurna, la cual afecta al rendimiento académico, la calidad de vida, los estados de ánimo y el funcionamiento socioemocional. En recientes estudios en el entorno escolar de España han revelado que un 10% de los alumnos presenta somnolencia diurna, y casi el 20% se siente cansado durante el horario escolar, afectando su rendimiento académico.
IKEA: los 6 esenciales del descanso
IKEA, con las conclusiones de este estudio muy presentes, ha puesto el foco en este año fiscal, que estrenó el pasado 1 de septiembre, en facilitar un descanso asequible para la mayoría. Desde su visión de crear un mejor día a día para la mayoría de personas, la compañía sueca ha determinado lo que denomina “los 6 esenciales del descanso”, seis aspectos imprescindibles que favorecen un sueño óptimo, y estos son: la comodidad, la luz, la temperatura, el sonido, la calidad del aire y el orden.
“Desde IKEA nos parece fundamental, como expertos en el hogar, poder contribuir con nuestro pequeño granito de arena a crear ese dormitorio perfecto, con productos asequibles para la mayoría, que propicie, con estos 6 esenciales en mente, ese sueño reparador que todos perseguimos y necesitamos”, explica Almudena Cano, directora de Diseño Retail e Interiorismo de IKEA en España.
La comodidad, como primer elemento esencial, es prioritario para facilitar el sueño, eligiendo el colchón y la almohada que se adapten mejor a la posición al dormir. En cuanto a la luz hay que tener en cuenta que el dormitorio debería estar lo más oscuro posible, por lo que el papel de cortinas y persianas aquí es muy importante. Respecto a la temperatura, lo ideal es que el cuarto donde durmamos esté entre los 16 y 19º. La calidad del aire es otro esencial para favorecer un sueño adecuado para lo que nos pueden ayudar cortinas purificadoras de aire, ventiladores, unidades de aire acondicionado o purificadores de aire. El sonido es importante, las alfombras tupidas y las cortinas ayudan a aislar el dormitorio y amortiguan las vibraciones. Por último, IKEA apunta a la importancia que tiene el orden para que durmamos bien.
Con este foco estratégico en el descanso asequible y en los “6 esenciales del descanso”, IKEA inició el pasado mes de agosto su campaña “Permítete Descansar” que incide en la relevancia de la calidad del sueño y en como a través de los productos asequibles de IKEA se puede alcanzar este “buen descanso