El auge de empresas extranjeras que buscan asentarse en nuestro país como destino para establecer sus sedes satélites, ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años. Especialmente notable es el caso de la ciudad de Madrid, que ha emergido como un polo de atracción para numerosas compañías globales que buscan expandir su presencia en Europa.
La propuesta de valor de las oficinas y espacios flexibles también se ha consolidado. El cambio de paradigma en el uso de las oficinas y el valor de la flexibilidad en entornos de incertidumbre, atraen cada vez más el interés de las corporaciones, que es donde se apoya el crecimiento del sector. En este sentido, Madrid ha sido elegida por la mitad de las empresas extranjeras que apuestan por establecerse en España, consolidándose como un epicentro empresarial en constante crecimiento.
Según datos recientes del sector, el interés por los espacios flexibles se ha afianzado en el territorio nacional, con cifras destacables de ocupación en las principales ciudades y un enfoque cada vez mayor en los mercados regionales. Al margen de Madrid, ciudades como Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia o Alicante han despertado también un elevado interés por parte de operadores del sector, reflejando así un movimiento hacia la descentralización de la actividad empresarial.
En los últimos años, el trabajo flexible se ha consolidado como la nueva norma, generando un incremento constante en la demanda de puestos de trabajo en centros de coworking. Compartir espacio de trabajo se ha convertido en un elemento esencial para fomentar la colaboración, la creatividad y el bienestar de los individuos. Una tendencia que se está viendo reflejada en un aumento de la ocupación de espacios flexibles en la capital española, con Madrid encabezando el ranking de ciudades preferidas por empresas nacionales e internacionales.
De acuerdo con los datos publicados por la Administración local, más del 40% de las empresas extranjeras que operan en España tienen su sede en Madrid, consolidando así su posición como el principal destino de inversión en el país. Un fenómeno que se debe en parte a la posición estratégica de la ciudad, sus infraestructuras de primer nivel y su agitado ecosistema empresarial.
“Madrid ofrece una combinación única de oportunidades que la convierten en un destino atractivo para empresas de todos los sectores. La ciudad ha emergido como un centro empresarial internacional en el que las compañías encuentran un entorno propicio para crecer y expandirse”, comenta David Vega, CEO de Lexington, dedicado a la creación de espacios de trabajo flexible con un enfoque premium.
En esta línea, las empresas tecnológicas, financieras, de marketing y consultoría lideran la demanda de espacios flexibles en Madrid, valorando su adaptabilidad y ubicaciones estratégicas. Según el último informe elaborado por CBRE, compañía de consultoría y servicios inmobiliarios a nivel internacional, la alta ocupación del mercado, con 2.001 puestos de trabajo contratados en el primer trimestre del año, refleja un creciente interés en la flexibilidad empresarial. Madrid cuenta con 245.000 m2 de oficinas flexibles, representando el 1,9% del total del stock, con una ocupación media del 83%, la tercera más alta en España, tras Málaga y Sevilla.
Por su parte, Lexington experimentó un crecimiento del 18% en metros cuadrados de oficinas flexibles en 2023 en sus espacios de coworking en Barcelona y Madrid, con una tasa de renovación de contratos del 84% entre sus clientes, mayoritariamente grandes corporaciones. En palabras de Vega, “en Lexington, estamos comprometidos en ofrecer soluciones flexibles y adaptadas a las necesidades cambiantes de las empresas que buscan expandir su presencia en Europa, contribuyendo así al dinamismo y la competitividad del mercado empresarial en la región». La compañía, pionera en la creación de espacios flexibles en España, cuenta ya con 7 ubicaciones, y ha inaugurado recientemente su nuevo espacio ubicado en el barrio de Salamanca de Madrid: un edificio de época de 1.600 m2 repartidos en 5 plantas en plena milla de oro.
Finalmente, este fenómeno de empresas extranjeras estableciendo sus sedes en Madrid refleja no solo el atractivo de la ciudad como destino empresarial, sino también la creciente tendencia hacia entornos de trabajo flexibles y colaborativos. Con una combinación única de infraestructura, talento y oportunidades, Madrid continúa posicionándose como un actor principal en el panorama empresarial internacional.