Dentro de las muchas actividades que debe controlar el departamento de recursos humanos, se encuentra el bienestar y el acondicionamiento de los lugares de trabajo, así como la prevención de riesgos laborales, dos funciones relacionadas directamente con el uso que la empresa haga de la luz.
Las empresas deben seguir directrices acordes con la adaptación de los entornos de trabajo a las necesidades de los empleados. En este sentido, se deben crear espacios más colaborativos, cómodos y eficientes, y para lograrlo es fundamental contar con el factor de proveer una iluminación adecuada.
La luz para empresas cobra un doble valor en importancia, ya que, por un lado, debe pensarse en la calidad y distribución para la creación de entornos positivos para los empleados y, por otro, deberá ser un servicio que garantice el ahorro, procurando calidad y eficiencia para la organización.
La iluminación para el trabajador
La tendencia natural al crear los espacios de trabajo es que estos se provean la mayor cantidad de tiempo posible de luz natural, beneficiando a la calidad de vida del trabajador en las horas que tenga que estar trabajando, pero también a la empresa, ya que ahorrará gastos en este servicio.
Cuando esta luz no sea posible, la normativa obliga a las instalaciones a presentar una intensidad lumínica de entre 600 y 750 lux, lo cual garantizará la adecuada visibilidad y el suficiente confort visual para realizar las tareas diarias con comodidad.
Además, se deberán distribuir equitativamente todos los puntos de luz y, en consonancia con el uso que van a tener, se recomienda usar las luminarias con un difusor para evitar la luz directa, y combinar la iluminación focalizada con la general.
En cualquier caso, en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril se establecen claramente las condiciones de acondicionamiento de los lugares de trabajo en relación a la iluminación.
La iluminación para la empresa
Las organizaciones, una vez que tienen asegurada la correcta iluminación en los espacios de trabajo, deberá considerar el ahorro que proporcione la compañía con la que se contratan estos servicios. Así mismo, cada vez es más importante que la suministradora de energía tenga en consideración la sostenibilidad en relación a las fuentes de energía que utiliza para ofrecer la corriente eléctrica.
Las empresas, con carácter general, deberán contar con sistemas de control de la iluminación con las que poder adaptar la luminosidad a distintas horas del día y según el trabajo que se esté llevando a cabo. En cuanto a la temperatura de color que posean las luminarias, será conveniente que se muevan entre los 3.000 y los 4.000 grados kelvin, aunque es aconsejable que también se pueda regular.
Consecuencias de una iluminación inadecuada y recomendaciones para un lugar de trabajo bien iluminado
Si el espacio donde se desarrollan las actividades profesionales no está suficientemente iluminado se correrá el riesgo de padecer fatiga visual, se reducirá la productividad, aumentarán los niveles de tensión y estrés entre los trabajadores, así como la cantidad de accidentes en el desarrollo de las labores habituales.
Por lo tanto, hay que asegurar los lugares de trabajo con el uso de la iluminación más adecuada al tipo de ejercicio profesional que se esté realizando, siempre evitando el deslumbramiento. Se recomienda utilizar siempre que sea posible la luz natural e instalar la tecnología necesaria para que sea fácil ajustar la iluminación ideal a cada momento del día. Por último, también es deseable que se lleve un mantenimiento regular sobre las instalaciones lumínicas y que se diseñe todo este espacio teniendo en cuenta la ergonomía para favorecer la comodidad en el trabajador.
La importancia de la sostenibilidad en el consumo de la energía lumínica
La sostenibilidad medioambiental está cada día más presente en la sociedad, las empresas que utilicen proveedores con esta etiqueta estarán mejor consideradas y, por tanto, el público objetivo se encontrará en disposición de contar con sus servicios.
Los proveedores energéticos que se encuentren dentro de esta categoría ofrecen más puntos a favor para ser contratados, especialmente por aquellas empresas que presentan sus servicios y productos a unos ciudadanos más responsables y concienciados con la problemática medioambiental. En general, son clientes de grandes multinacionales con un nivel adquisitivo medio alto y con un amplio conocimiento del mundo que les rodea.
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