En un contexto empresarial de transformación continua, en el que las compañías tienen que hacer frente a desafíos económicos y financieros, de retención y captación del talento, a las demandas sociales y medioambientales o responder a las expectativas de los clientes, contar con una sólida cultura corporativa resulta fundamental a la hora de mantener la competitividad de las empresas. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada ‘Cultura organizacional: liderazgo y éxito empresarial’, organizada por la Cámara de Valencia, que ha invitado a la consultora Olivia, especializada en transformación organizacional.
Ricardo Julio Kofman, director asociado para la Comunidad Valenciana de Olivia, ha definido la cultura corporativa como “los patrones de comportamiento que a lo largo del tiempo se promueven en las personas que conforman la organización”, y ha asegurado que “las empresas que trasladan a sus empleados la cultura corporativa y logran que estos la asuman como propia son más productivas”.
Según una encuesta realizada por la consultora Heidrick & Struggles en 2023 entre 500 consejeros delegados de nueve países y de diversos sectores, un tercio de los primeros ejecutivos consideran la cultura empresarial como el aspecto más relevante para conseguir un buen desempeño financiero, pero la visión cambia cuando se desarrollan programas de transformación digital. Según McKinsey, el 70% de las empresas fracasan en su implementación por la falta de cultura corporativa, mientras que Forbes se muestra aún más pesimista y cifra la tasa de fracaso en un 84%.
“La cultura empresarial es como el viento. Es invisible, pero su efecto se puede ver y sentir. Cuando sopla en su dirección, navega sin problemas. Cuando sopla en su contra, todo es más difícil”, ha indicado Kofman, que ha identificado las seis características culturales que comparten algunas de las empresas más exitosas y admiradas del mundo como Microsoft, Apple o Amazon: todo el equipo está enfocado a alcanzar los compromisos adquiridos con su desempeño; mantienen el foco en el cliente; fomentan el trabajo en equipo entre las diferentes áreas de la compañía, trabajando de manera colaborativa; sitúan a las personas en el centro de la toma de decisiones; apuestan por la innovación continua; y, por último, integran la sostenibilidad en su gestión.
Gabriel Weinstein, managing partner de Olivia Europa, ha compartido en su ponencia las claves para el diseño de una estrategia de transformación cultural y del proceso para gestionarla. “La gran mayoría de las organizaciones han definido un modelo cultural basado en el propósito, misión, valores y comportamientos, pero resulta insuficiente para generar la transformación por falta de alineamiento de la alta dirección, una gobernanza fracturada, por incoherencia organizacional o un trabajo mecánico o lineal. Así, el verdadero desafío reside en convertir la cultura empresarial en el hilo conductor de todos los empleados y de sus agendas”.
Para mantener la cultura en movimiento, Weinstein ha compartido ocho desafíos: alinear y comprometer a los líderes de la organización; definir la cultura que necesitamos y comprenderla; identificar la brecha que existe para su adopción; diseñar una estrategia y plan de transformación; ejecutar el plan; medir y corregir el rumbo; y celebrar los logros.
Por su parte, Óscar Velasco, socio director de Olivia en España, ha ahondado en un ejercicio práctico con los asistentes en cómo detectar la cultura dominante en sus organizaciones y de qué manera se puede transformar, identificando las resistencias al cambio y compartiendo las claves para minimizarlas.
En la jornada han compartido sus experiencias dos empresas valencianas que mantienen una estrategia destacada para impulsar su cultura corporativa: Nunsys, especializada en la implantación de soluciones integrales de tecnología, y Preference, pionera en el desarrollo de soluciones globales de software para la industria del aluminio y PVC.
Roberto Milán, director general comercial de Nunsys, ha comentado que “la cultura corporativa de la compañía es una especie de filtro que nos permite tomar las mejores decisiones, también en el comité de dirección, para cerciorarnos de que tomamos el camino correcto en base a nuestra cultura”.