Originalmente concebido dentro del sector IT, lo que podemos llamar ‘Agilidad’ (o ‘Agile’) está cada vez más presente en el mundo corporativo. Y es que aquellas empresas que ya lo han aplicado reconocen haber mejorado su entorno de trabajo y la alineación con sus necesidades de negocio, según recoge un informe.
Lo que más destacan los miembros de la comunidad ‘Ágil’ internacional es un aumento de colaboración entre trabajados (7/10 encuestados), una mejor alineación con las necesidades de negocio (5/10) y la creación de un mejor entorno de trabajo (4/10).Del mismo modo, reconocen que los motivos que los llevaron a poner en práctica estas técnicas o marcos de trabajo fueron la reducción de riesgos y la aceleración del tiempo de comercialización.
En el caso concreto de España que se encuentra actualmente, igual que gran parte de la economía global, en un contexto cambiante y lleno de desafíos en el ámbito empresarial, la firma suiza de software ERNI Consulting trabaja desde hace años bajo el modelo Ágil.
Mediante la aplicación de agilidad en sus procesos y toma de decisiones, ERNI consigue aportar valor de forma temprana al cliente, realizando entregas por iteraciones, lo que permite y fomenta la colaboración y dar respuestas rápidas a los cambios que surjan.
En este sentido, Javier Hernández, Agile Coach y People Unit Leader de ERNI, explica que “desde la compañía no solo buscamos la agilidad en la ejecución de proyectos y productos, sino que también trabajamos activamente con ellos para fomentar una cultura ágil a nivel interno. Buscamos escuchar al cliente y entenderlo para poder satisfacer sus necesidades y asegurar la entrega de soluciones de alta calidad y valor”.
Si bien la Agilidad se originó en el sector IT, con el desarrollo de software, su aplicabilidad se ha extendido a diversos sectores. Actualmente, grandes marcas como Roche, Boehringer o HP, ya trabajan con técnicas y modelos ágiles, según apunta Javier Hernández, que añade que esta práctica se ha extendido también hacia otros ámbitos como por ejemplo en marketing o el denominado Business Agility.
De esta manera, a medida que las organizaciones buscan ser más competitivas en un entorno empresarial dinámico, la agilidad se posiciona como una herramienta esencial para todas aquellas empresas que quieran adaptarse a los cambios tecnológicos y las demandas del mercado.
“Algo que era visto como algo exclusivo en la gestión de proyectos IT, ahora se expande a todas las áreas de una empresa, convirtiéndose en un “must” e integrándose en la forma de trabajar de cualquier sector. En el futuro no tendrá sentido hablar de un puesto de trabajo “ágil” sino que en general los puestos, intrínsecamente, ya deberán cumplir con los principios ágiles”, revela Hernández