¿Te encuentras en un proceso de selección y no sabes cómo preparar tu próxima entrevista de trabajo? No te preocupes, este es un pensamiento que tiene la gran mayoría de las personas, de hecho, hay quien se prepara un guion, lleva siempre el mismo atuendo o ensaya las respuestas a las preguntas más frecuentes que se suelen hacer en este tipo de reuniones.
En el contexto actual, en el que hemos visto cómo, a lo largo de este año, más de la mitad de los profesionales españoles se encontraba en búsqueda activa para cambiar de empleo; y, de la misma forma, que el 92% de los trabajadores estaban abiertos a cambiar su proyecto laboral durante este año; parece buen momento para recordar cómo debemos enfrentarnos de la mejor manera posible a las oportunidades que nos puedan surgir.
Son muchos los consejos o tips que podemos aplicar para abordar con mayor tranquilidad las entrevistas y evitar cierto nerviosismo. Hoy conocemos las claves para triunfar en estas entrevistas y dar un paso más en nuestra carrera profesional:
- Conoce a la empresa a la que postulas: investiga sobre ella, su mercado y sus competidores. Eso hará que los reclutadores vean que muestras interés por el puesto de trabajo y que conoces de antemano a qué posibles situaciones vas a hacer frente.
- Prepara la entrevista: no todas las entrevistas son iguales, pero hay una serie de puntos que pueden ser similares, como hablar de tu experiencia, expectativas, idiomas (habitualmente te harán una pregunta en inglés para que muestres tu nivel), etc. En este sentido, es importante que te prepares una serie de preguntas que estén relacionadas con el puesto al que aspiras y con tu experiencia; es posible que alguna de ellas aparezca durante tu entrevista.
- Repasa muy bien tu experiencia y aptitudes: este punto puede ser diferencial a la hora de elegir un candidato. Destaca las aptitudes que hayas ido generando con los años de experiencia y que sean relevantes para el puesto al que aspiras.
- Repasa también tus puntos débiles: todos tenemos puntos en los que podemos mejorar. Es importante identificarlos y prepararnos ante posibles preguntas que puedan surgir.
- Cuida tu lenguaje: evita hacer uso de palabras rebuscadas y no respondas con palabras monosilábicas o evasivas. Es importante mostrar que puedes responder de manera clara y concisa a las preguntas que te plantean, así como de una manera educada y formal.
- Cuida tu lenguaje corporal: cruzar los brazos puede dar a entender que estás a la defensiva. Muéstrate relajado y con una postura correcta. Muestra confianza y evita los gestos que evidencian nerviosismo, como gesticular demasiado o comerse las uñas.
- Mantén una actitud positiva y se honesto: las compañías buscan no solo habilidades técnicas, sino también personas que puedan contribuir positivamente al ambiente laboral, por lo que una actitud positiva puede generar una impresión muy favorable. Además, la honestidad genera credibilidad. Si eres honesto acerca de tus habilidades, experiencias y expectativas, es más probable que las empresas confíen en ti.
- Muestra proactividad: si no tienes la suficiente experiencia que solicitan o no cumples todos los requisitos, muéstrate proactivo y enfoca tus respuestas de tal forma que muestres tu interés por aprender y seguir formándote para poner en práctica los conocimientos adquiridos. Si muestras compromiso y proactividad, los reclutadores verán que pueden confiar en tu desempeño.
- No tengas miedo a preguntar: plantea preguntas sobre el puesto de trabajo, el entorno de la compañía o incluso sobre las probabilidades de promoción. Esto te ayudará a comprender mejor el puesto de trabajo y demostrarás interés.
- Interésate por los próximos pasos a seguir: preguntar y conocer cuáles son los siguientes pasos tras realizar una entrevista demostrará a los reclutadores que estás realmente interesado en el puesto y que eres una persona proactiva.
Es importante destacar que la búsqueda de trabajo no es algo que muestre resultados de inmediato, muchas veces, de hecho, se puede llegar a alargar durante meses. Por eso es necesario que aprendamos de cada experiencia, para así mejorar de cara a próximas ocasiones. Debemos ver que, no ser elegidos por una empresa, no es un fracaso, e intentar tomarlo como una oportunidad con la que seguir aprendiendo y, quizás, encontrar un puesto mejor o diferente en el futuro.