Unisys ha presentado un estudio en el que se destaca que el 86 % de los trabajadores prefiere un modelo híbrido de trabajo, a pesar de que hasta tres de cada cuatro empleados admite que puede llegar a perder hasta 5 horas de tiempo debido a problemas con la tecnología. De hecho, la mitad de los profesionales asegura que contar con la tecnología idónea para desempeñar sus tareas es uno de los puntos clave para asegurar la fidelidad a su compañía, por encima del salario o de la formación.
Gracias al uso de herramientas para conseguir el “puesto de trabajo como servicio” (WaaS por sus siglas en inglés), las organizaciones pueden equilibrar costes, experiencia de uso y productividad en modelos híbridos, de la misma manera que ocurre con otras soluciones “como servicio”: según un estudio de Forrester, aprovechar las ventajas de una estrategia basada en “dispositivos como servicio” mejora los procesos técnicos y ofrece importantes retornos de negocio en tan solo un año. De media, las empresas que participaron en el informe de Forrester admiten haber ahorrado hasta 11 días en tiempos de despliegue y 6 días en resolución de conflictos y haber reducido en un 20 % los costes de ciclo de vida de los aparatos.
Por ello, las herramientas WaaS permiten una personalización completa de las experiencias de cada profesional y de cada equipo de trabajo y traslada muchas de las responsabilidades del equipo técnico a un proveedor de servicios gestionados, de forma que puedan enfocar tus esfuerzos en las prioridades del negocio y no en la resolución de conflictos relacionados con el puesto de trabajo.
Para establecer una estrategia WaaS eficiente, Unisys propone:
- Tener claras las necesidades de los profesionales de la compañía. Hablar con los trabajadores para conocer cuáles son los desafíos que se encuentran en sus quehaceres diarios es fundamental. No es lo mismo un empleado de campo, que dedica sus horas de trabajo a visitar clientes, que uno que realiza sus tareas en la mesa frente al ordenador, atendiendo llamadas o elaborando proyectos con equipos distribuidos por diferentes lugares del mundo. Es necesario saber cómo se deben resolver las aspiraciones de productividad combinando tecnologías eficientes y adaptadas a cada necesidad. Tal vez algunos profesionales prefieran una tablet y otros necesiten equipos de sobremesa de última generación.
- Convertir los problemas en soluciones. Una vez que se conocen las necesidades con las que satisfacer la experiencia individual de cada empleado, hay que traducir cada requisito en una respuesta que resuelva las capacidades de trabajar siguiendo un modelo híbrido. Con servicios de suscripción a dispositivos, por ejemplo, se puede disfrutar de los periféricos necesarios para conseguir una experiencia de soporte proactiva y positiva. Lo mismo ocurre en las zonas comunes, como salas de reuniones, donde se puede utilizar realizar aumentada si es necesario. Las infraestructuras de escritorio virtual también pueden suponer una solución para proteger datos o para trabajadores temporales, de forma que se protejan las políticas de uso de dispositivos personales (BYOD).
- Reaprender matemáticas: 1 + 1 = 3. Utilizar estrategias WaaS provoca resultados superiores a lo que puede suponer una contribución individual. “Contar con un partner experto en dotar de escalabilidad y flexibilidad a las necesidades de la fuerza laboral refuerza al equipo técnico para que se centre en lo que es importante para el negocio”, asegura José Ramón Travé, director comercial de Unisys en España. “Además, con el uso de WaaS, mediante el análisis que se realiza de las necesidades y los usos de cada dispositivo, la organización puede tomar decisiones sobre experiencias de usuario pobres y anteponerse a las peticiones de los usuarios, generando mayor satisfacción y fidelizando a los profesionales”.
WaaS se ha convertido en la clave para mejorar la productividad en las organizaciones de cualquier sector, ya que transforma el lugar de trabajo para maximizar la productividad y asegurar los niveles de retención de talento a la vez que se flexibilizan los gastos técnicos gracias a presupuestos predecibles.