Las expectativas respecto al papel que las empresas juegan en la sociedad están cambiando drásticamente y las organizaciones cada vez tienen más en cuenta el impacto de su negocio en el medio ambiente. En este sentido, según una encuesta realizada por Bain & Company a casi 300 CEOs de todo el mundo, el 85% de los líderes empresariales considerarían los asuntos sociales como preocupaciones “urgentes” para sus empresas.
Además, el 60% de los directivos indicó que se sus empresas estaban ya centradas en generar “soluciones que influyeran de manera positiva en la sociedad” o en “mantener un equilibrio entre las necesidades de todos sus grupos de interés.” Uno de los grupos de interés más influyentes son los clientes, que cada vez prestan más atención a las posibles consecuencias sociales del consumo de algunos productos. Otra encuesta elaborada por Bain & Company reveló que más de la mitad de los consumidores de todo el mundo son más propensos a comprar marcas comprometidas con los derechos humanos.
Cabe destacar que los directivos encuestados indicaron que el desempeño social de una empresa puede influir en la cuenta de resultados de sus compañías. Las empresas líderes en estas prácticas ya perciben un mayor crecimiento en sus ingresos respecto a los de aquellos competidores que obvian las cuestiones sociales. Además, los CEOs consultados manifiestan que las sensibilidades sociales les han permitido alcanzar un mayor ratio de atracción de clientes y captación de talento, además de contar con más facilidades para su financiación.
Según Clara Albuquerque, “las empresas líderes en cuestiones sociales, como la diversidad y la responsabilidad social en las cadenas de suministro, no ven estos esfuerzos como mitigadores de riesgo, sino como una oportunidad para generar valor y ofrecer un mejor servicio a sus grupos de interés. El desafío para los directivos es encontrar la mejor manera de convertir las preocupaciones sociales en oportunidades comerciales sostenibles. Es recomendable comenzar con un enfoque en las comunidades locales, clientes, empleados y proveedores, identificando las acciones que puedan abordar los problemas sociales de cada grupo de interés”.
El estudio llevado a cabo por Bain & Company analiza cuatro áreas de oportunidad para convertir las soluciones sociales en oportunidades de negocio:
- Mejorar las condiciones de las comunidades. Las comunidades locales están influenciadas, en gran medida, por las empresas que operan en ellas. Al mejorar las condiciones de estas comunidades desde una perspectiva social y económica, también se impulsa el rendimiento empresarial en esos territorios.
- Identificar nuevas fuentes de valor para el cliente. Aplicar una perspectiva social a los clientes y los mercados puede revelar oportunidades de creación de valor para segmentos de clientes totalmente nuevos, incluso en mercados desatendidos.
- Invertir en mano de obra actual y futura. Dados los desafíos a los que se enfrentan actualmente las empresas para atraer y retener el talento adecuado, los negocios pueden pasar de ser “captadores de talento” a “creadores de talento” invirtiendo en el aprendizaje y el desarrollo de sus empleados.
- Construir relaciones socialmente responsables con proveedores. Al examinar sus cadenas de suministro desde un punto de vista social, las empresas pueden colaborar con sus proveedores para garantizar prácticas justas y equitativas, al tiempo que mejoran la resiliencia de las cadenas de suministro de extremo a extremo.