Hasta hace apenas unos años, el concepto de coworking estaba asociado a freelancers, emprendedores o start-ups. Sin embargo, esta modalidad de espacio de trabajo está cada vez más generalizada y ya ha logrado conquistar a diferentes tipos de empresas. Tanto es así que, según Savills Aguirre Newman, el coworking ocupará un 30% de la oferta de oficinas a nivel nacional en 2030.
Pero ¿qué buscan realmente las compañías que hacen uso de estos nuevos espacios y deciden abandonar el modelo de oficina tradicional? En este sentido, Cloudworks, empresa de coworking fundada en 2015 en Barcelona, ha elaborado un listado de requisitos que tienen en cuenta las empresas a la hora de optar por espacio de coworking como el lugar idóneo para llevar a cabo su jornada laboral:
- Espacios adaptado al formato híbrido de trabajo. El auge del teletrabajo ha supuesto para las empresas un cambio en su organización y su cultura empresarial. El aprovechamiento de la oficina ha disminuido y muchas empresas se plantean la contratación de oficinas flexibles para combinar la presencialidad y el teletrabajo. Asimismo, los espacios de coworkings [MOU1] ayudan a generar rituales para que el talento se sienta bienvenido, además de programas de bienestar y beneficios adicionales, descuentos, coaching o actividades deportivas como fitness, yoga o meditación.
- Sentimiento de comunidad. Los empleados se sienten valorados dentro de un ambiente inclusivo y diverso donde pueden mantener relaciones genuinas, mantenerse al día, colaborar en proyectos puntuales o incluso buscar nuevas oportunidades y explorar nuevos mercados.
- Gestión del espacio de trabajo en proveedores especializados y de confianza. En los espacios de coworking, los costes son más eficientes y las empresas pueden ahorrar gastos. En este sentido, Marta Gràcia, CEO de Cloudworks, reconoce que «una oficina tradicional resulta un 20% más caro que contratar un espacio en Cloudworks. Un ahorro de costes que también se ve reflejado en la inversión inicial de poner a punto o reformar una oficina». Del mismo modo, la gestión en sí de los servicios y proveedores en una oficina tradicional implica una inversión en tiempo y recursos humanos, que, en muchas ocasiones, no se tiene en cuenta y puede ser elevada.
- Programas de sostenibilidad o certificaciones como LEED que garantizan altos estándares de ecoeficiencia. La sostenibilidad es un factor determinante hoy día en la búsqueda del alquiler o la compra de oficinas. Contar con estas certificaciones sostenibles marca la diferencia, ya que están apareciendo constantemente nuevas certificaciones y las empresas demandan que se tengan con las más altas puntuaciones.
- Flexibilidad y rapidez. Las oficinas flexibles se adaptan al ritmo de las empresas en cuanto a contratación, crecimiento y distribución de los espacios de trabajo. Asimismo, en estos espacios todo está preparado para empezar a trabajar en cualquier momento, evitando la ralentización que supone buscar una oficina para alquilar, localizar proveedores para contratar los servicios de internet y demás suministros, o adquirir el mobiliario y contratar al personal de seguridad, limpieza o recepción.
- Uso puntual de empresas extranjeras o trabajadores puntuales. Estos espacios se han convertido en la mejor opción tanto para trabajadores de empresas extranjeras que vienen temporalmente a trabajar a nuestro país, como para el uso puntual que pueden necesitar en algún momento algunas empresas.