Tras los años de la pandemia, el 2022 fue el año de la vuelta a la normalidad. Una normalidad parcial, momentánea, irregular, desde que el conflicto de Ucrania y la consiguiente crisis energética mundial vinieron a socavar las certezas de nuestra vida cotidiana.
En este contexto tan difícil, tan heterogéneo e impreciso, el mundo digital ha intentado revolucionar nuestras vidas, a veces facilitándolas, a veces abriendo nuevos caminos y nuevas posibilidades.
Por tanto, vamos a analizar cuáles han sido las cinco grandes innovaciones del año que acaba de terminar, para entender hacia dónde vamos y cómo será 2023 desde el punto de vista tecnológico.
Una ciudadanía cada vez más digital
Empecemos con los datos de un país muy cercano al nuestro: todos los italianos de entre 18 y 24 años tienen SPID, es decir, participan en el Sistema Público de Identidad Digital. Se trata de un logro verdaderamente importante, aunque se limite al segmento más joven de la población, pero que ha permitido alcanzar la cifra de 32 millones de italianos en posesión del SPID o el CIE. Es una gran noticia, sobre todo en lo que respecta a la digitalización de los servicios y su uso.
Al mismo tiempo, está tomando forma el proyecto de la UE de Cartera Europea de Identidad Digital, es decir, una cartera de identidad válida en toda la comunidad europea. Un verdadero paso adelante para la economía, los servicios y el comercio de la UE.
Del trabajo al tiempo libre: smart es la palabra clave
Imposible no mencionar la revolución del Smart Working, una práctica que se generalizó durante los encierros y se ha confirmado con la vuelta a la normalidad. Gracias a la mayor velocidad de las conexiones y a unas plataformas cada vez más potentes, un creciente número de trabajadores puede trabajar desde casa, con los consiguientes beneficios para su calidad de vida, sus finanzas personales y corporativas, pero también para el medio ambiente.
“El 14% de los ocupados en España de 16 a 74 años (3,3 millones de personas) teletrabajó en 2022, frente al 17,6% registrado en 2021, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en los Hogares”, según informa este periódico español.
Sin embargo, la mejora de la conectividad y de las plataformas web no sólo se observa en el entorno laboral. El ocio también se beneficia de ello, especialmente todo lo que es entretenimiento digital. Nos referimos en particular al mundo de los juegos online.
«Son tantos los cambios digitales que se han producido en este sector: desde las versiones móviles de apps y webs, hasta el diseño responsive, pasando por la Inteligencia Artificial o las garantías de seguridad para todos los actores. Son herramientas y técnicas que el mundo del juego lleva tiempo probando y que ahora están listas para entrar en nuestra vida cotidiana», explica Giada Benazzi, analista de Gaming Report.
«El impacto del juego online en la economía digital está bien representado por las cifras relacionadas con la Realidad Aumentada: en 2026, el 25% de los usuarios online pasarán al menos 60 minutos en el Metaverso. Y los primeros signos de cambio, en este sentido, los veremos ya en el año que acaba de empezar», concluye la experta de Gaming Report.