Si hay un tipo de vehículo que requiere una atención más constante, no cabe duda de que debemos hablar de los coches de empresa. Son los que soportan mayor presión, ya que están de manera continua en la carretera. Tanto para evitar accidentes como para garantizarse un buen funcionamiento, siempre es un buen punto de partida realizar adecuadamente el mantenimiento es activo del vehículo. Los repuestos de coche siempre son un importante factor a tener en cuenta, por el hecho de que muchas piezas sufren un desgaste continuo. Hablamos del caso de los neumáticos o de las baterías. En DAPARTO tienes a tu disposición todos los repuestos de coche que necesites, sin importar marca o modelo. Un sencillo buscador que te permite dar con esa pieza en un tiempo récord y con la ventaja de conseguirla a un precio inigualable.
Cómo y cuando revisar un vehículo de empresa
Por las circunstancias anteriormente comentadas, el uso intensivo, un vehículo de empresa ha de ser revisado con mayor frecuencia que uno particular. Como norma general, cada 15 días habrá que hacer una revisión de los siguientes elementos. Ea la seguridad lo que está en juego, y se emplea muy poco tiempo en hacer una inspección rutinaria de cualquiera de estos elementos.
La batería es uno de los elementos que más desgaste sufre. Hay que ser muy constante en la vigilancia en los meses de invierno, si notamos que al coche le cuesta arrancar, habrá que comprobar que la batería se encuentra en un estado óptimo. Su sustitución es un proceso muy sencillo y hace que el coche cobre nueva vida.
El sistema de frenado debe ser objeto de comprobación siempre que se pueda. En un vehículo de empresa los frenos sufren mucho desgaste. Si notamos que, al pisar el pedal de freno, este se hunde demasiado, habrá que comprobar el depósito del líquido de frenos. También el estado de las pastillas, ya que si se encuentran desgastadas se aumenta considerablemente la distancia de frenado. La sustitución de las pastillas de frenos no lleva mucho tiempo y es muy sencilla de realizar. Además, se trata de un tipo de recambio de un precio bastante económico.
El sistema de alumbrado es algo que no podemos descuidar. La comprobación es muy simple, y tener algún faro fundido supone un inconveniente si se viaja en horas de baja visibilidad. Además, no llevar correctamente el sistema de alumbrado puede suponer una sanción. No merece la pena arriesgarse, la seguridad depende mucho de cómo ilumine el coche y de lo visibles que seamos. Hay que prestar especial atención a los intermitentes, ya que si alguno de ellos no funciona bien, no podemos avisar a los demás de nuestras maniobras.
Los amortiguadores son los que posibilitan una condición mucho más suave. Cuando han llegado al final de su vida útil, el vehículo no absorbe adecuadamente los impactos de la carretera y la conducción se vuelve muy incómoda. Nada mejor que comprobar periódicamente el estado de estos elementos. Además, los amortiguadores en mal estado pueden hacer que, a la hora de una frenada de emergencia, el vehículo se mueva más por un sitio que por otro.
La revisión de los niveles de líquidos de un vehículo de empresa es algo que se realiza rápidamente. Hay que comprobar el nivel de aceite, el de líquido refrigerante, el de limpiaparabrisas y el líquido de frenos. Si alguno de ellos se encuentra bajo de nivel, hay que rellenarlo, excepto en el caso del aceite. Un nivel bajo puede indicar que el vehículo está consumiendo más aceite de la cuenta o que ya hemos gastado más del que tocaba. Quedarse sin aceite en el motor provoca siempre una avería muy grave, costosa y difícil de reparar. Habla con tu mecánico de confianza si el nivel de aceite está bajo.
Las escobillas limpiaparabrisas sufre mucho con los cambios de temperatura. Una indicación de que no se encuentran en buen estado es que van dejando marca posición cuando pasan por el cristal. Sustituirlas es muy fácil y no lleva más que unos minutos. Hay que estar siempre muy atento al comienzo del otoño, que es cuando comienza la lluvia y debemos tenerlas a punto.
El buen estado de un vehículo de empresa influye no solo en su funcionamiento, sino en el rendimiento. Por ejemplo, un coche que consume más aceite de la cuenta está dando señal de que no funciona bien, pero también está provocando un gasto que no debería tener lugar. Revisar de manera periódica todos los elementos de un vehículo de empresa es siempre la mejor inversión.
Cuando alguna pieza comienza a mostrar signos de desgaste, no merece la pena llevarla más allá de su vida útil. Puede provocarse una avería mayor y más costosa de reparar. La amplia gama de piezas de repuesto que tienes a tu disposición hace mucho más sencilla la sustitución cualquier elemento de nuestro vehículo de empresa.
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