Los altos niveles de rotación post pandemia y la necesidad de incorporar perfiles nuevos obligan a las organizaciones a afrontar un gran volumen de nuevas contrataciones.
Ante esta situación, es importante no solo poner el foco en la selección y contratación de personal, sino también en el proceso del onboarding de las nuevas incorporaciones, para generar engagement desde el primer día.
En este sentido, existe un gran hándicap: la experiencia del onboarding de la mayoría de las empresas está pensada en un escenario de pre-pandemia. Por ello, ante el nuevo contexto, es importante poder rediseñarla en un formato híbrido y con un fuerte anclaje a los valores de la organización.
Valeria Agulla, directora de Be Inspiring Tools España, agencia de comunicación interna y experiencia de empleado, ofrece 5 claves para lograr una experiencia de onboarding de éxito.
- Diseña un onboarding híbrido y flexible. Es importante preguntarse cómo trasladar la cultura sin mucha vida en las oficinas. Definir y compartir con la organización cuál es la energía deseada para los primeros contactos presenciales y virtuales ayudará a una experiencia satisfactoria y homogénea. Un onboarding híbrido, además, habla de organización moderna y flexible.
- Piensa en los días previos. Durante los días previos a su incorporación, los candidatos responden muchas veces a la pregunta típica acerca de ¿a qué empresa vas? Diseña una batería de contenidos y experiencias para hacerle sentir bienvenido desde antes de su primer día.
- Crea un welcome kit con sentido.El welcome pack debe estar diseñado con sentido, es decir, debe transmitir los mensajes claves de la organización, la cultura empresarial, el propósito y el modelo de negocio, de una forma singular y diferenciadora.
- Da protagonismo a RRSS y herramientos digitales. Revisa tu manual de acogida para dar más protagonismo a las herramientas digitales y promover el buen uso de estas. La creatividad puede ayudarte a que desde este primer día los nuevos colaboradores actúen como embajadores.
- Facilita el relacionamiento social de todas las formas posibles. Sin duda, este es uno de los puntos débiles del trabajo remoto. A modo de ejemplo, recuerdo una acción que realizamos con una organización en la que se realizaron vídeos espontáneos donde cada líder presentaba sus nuevas incorporaciones. Existen mil ideas que pueden facilitar el relacionamiento de las nuevas incorporaciones con los equipos consolidados.
Y, por supuesto, no te olvides de pedir feedback. Una sesión de feedback grupal, un mes o dos después de la incorporación, puede generar información de mucho valor para continuar mejorando.
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