La incorporación de la sostenibilidad en las prácticas empresariales ha llegado para quedarse y la presencia de los ODS sigue al alza. Sin embargo, el contexto socioeconómico pospandemia y el entorno inestable provocado por la guerra en Ucrania introducen nuevos riesgos sobre la capacidad de reorientar los modelos de desarrollo actuales y de dar respuesta a la crisis climática y medioambiental, la desigualdad y a la superación definitiva de la pandemia. Esta es la principal conclusión del V informe del Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “Las tensiones en la transición hacia la sostenibilidad”, elaborado por la Cátedra de LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade con la colaboración del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, que pone foco en las principales tensiones que experimentan las compañías en la integración de la sostenibilidad. En especial, en el contexto actual de las estrategias de recuperación y de transformación económica puestas en marcha tras la pandemia con los fondos NextGenerationEU, las nuevas regulaciones y el auge de los criterios ESG.
Según Àngel Castiñeira, director de la Cátedra de LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade y coautor del informe, “es necesario destinar más esfuerzos y recursos en paliar los efectos de la pandemia y de la transición energética en la sociedad, especialmente, en los colectivos sociales más vulnerables. Ante el contexto de incertidumbre, hoy es más importante que nunca que aparezcan liderazgos altamente concienciados con la gravedad de los retos y firmemente comprometidos con la búsqueda y aplicación de soluciones efectivas y duraderas”.
Tensiones y avances hacia la sostenibilidad
El estudio, que se ha presentado hoy en CaixaForum Macaya, apunta que la pandemia ha reforzado la relevancia de los aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza. Cada vez son más las compañías que asumen compromisos de sostenibilidad y que adoptan estrategias de emisiones cero para 2050, participan en alianzas público-privadas, e impulsan iniciativas para liderar el cambio. Pero también advierte que, pese al avance en la adopción de este marco común, los aspectos económicos todavía priman sobre las demás dimensiones de la sostenibilidad y las necesidades del corto plazo chocan con el desarrollo de estrategias sostenibles a largo plazo.
En este sentido, los autores del documento señalan algunas dificultades que las compañías deberán tener presente. Por un lado, la gran variedad de tensiones estratégicas con las que conviven las empresas en su día a día, y que no están siempre contempladas en los marcos regulatorios o en los mecanismos de financiación de las políticas de sostenibilidad. Por otro lado, los hábitos sociales y las prácticas empresariales en materia de sostenibilidad avanzan a ritmos distintos. Asimismo, la aplicación y el uso de la tecnología comportan riesgos que avanzarán a medida que aumente la digitalización y la aplicación de la inteligencia artificial, que pueden provocar dilemas éticos vinculados a la privacidad.
Anna Mª González, directora de proyectos de la Catedra LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade y coautora del estudio, destaca que “los compromisos asumidos por los estados y las empresas en materia de sostenibilidad deben acompañarse de acciones que ayuden a entender el cambio de paradigma a la sociedad y que puedan, de esta manera, limitar las consecuencias negativas que acarreen sobre algunas actividades y grupos de población más expuestos”.
El estudio también refleja grandes avances en la gobernanza empresarial de la sostenibilidad. Los Consejos de Administración juegan un papel cada vez más importante en la toma de decisiones de la sostenibilidad empresarial a través de sus comisiones. Además, las empresas entrevistadas en el análisis destacan el compromiso y la implicación del CEO como el factor diferencial para la incorporación de la sostenibilidad en la empresa. Ferran Curtó, director asociado de la Cátedra LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade y coautor del informe, apunta que “los CEO y los responsables de sostenibilidad deben avanzar hacia modelos de liderazgo sistémico. Estos modelos contemplan las organizaciones como sistemas totalmente permeables e interdependientes con su entorno social y medioambiental. Cada vez más, los líderes deberán actuar como catalizadores del cambio colectivo a través de alianzas y procesos de reflexión multistakeholder”
Aumentan los ODS y la contribución a la Agenda 2030
La implicación de las empresas en el Desarrollo Sostenible es cada vez mayor. Según se desprende del Informe V del Observatorio de los ODS, que mide la contribución de 101 empresas cotizadas españolas a la Agenda 2030, el porcentaje de organizaciones que reporta información no financiera ha aumentado un 14% en tan solo un año, del 72% al 86%. En 2021, el 77% de compañías que divulgaron información no financiera mencionaron los ODS en sus memorias anuales, lo cual supone un incremento de 4 puntos respecto a la edición anterior del informe (73%) y refuerza la buena dirección que se viene observando desde 2017, cuando poco más de la mitad de estas organizaciones mencionó los ODS en sus memorias. Además, la presencia de los ODS se ha generalizado en todos los sectores. Desde la primera edición del informe, han liderado este aspecto las empresas de los sectores energético y tecnológico. El ámbito de los servicios inmobiliarios, pese a haber aumentado las menciones del 27% al 55% en un solo año, sigue siendo el más rezagado y se sitúa en la última posición.
Los ODS que las empresas destacan más en sus memorias son el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), mencionado por el 70% de las compañías, y el 13 (Acción por el clima) por el 66%, seguidos de los ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), el ODS 12 (Producción y consumo responsables) y el ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos), mencionados por 6 de cada 10 empresas. En cambio, los objetivos 2 (Hambre cero) y 14 (Vida submarina) continúan postergados, al ser mencionados por menos del 20% de las empresas.
Mayor tendencia a rendir cuentas
El Informe del Observatorio de los ODS de Esade y la Fundación ”la Caixa” analiza las memorias de las empresas cotizadas españolas y distingue cinco grandes bloques considerados prioritarios en el ámbito de la sostenibilidad por diversas organizaciones como las Naciones Unidas (ONU). Éstas son la gobernanza, la prosperidad (economía), las personas (sociedad), el planeta (medio ambiente) y la materialidad, entendida esta última como el proceso de análisis que permite a la empresa reorientar su estrategia hacia la sostenibilidad.
Los criterios ESG se han convertido en la terminología dominante para la comunicación de la sostenibilidad por parte de las empresas. Según indica el análisis, hay una mayor inclinación de las compañías cotizadas españolas a rendir cuentas y ser transparentes ante sus grupos de interés, una condición indispensable para la identificación de temas relevantes que permitan la integración estratégica de la sostenibilidad en la empresa. En este sentido, el 86% de las compañías de casi todos los sectores ya ha integrado el proceso de materialidad como un concepto básico en su ciclo de reporte.
Más economía circular, pero menos igualdad de género en el reporte
El informe examina también el ámbito de la prosperidad, que incluye aspectos económicos no financieros vinculados al impacto de la empresa en su entorno, como la generación de valor como motor de crecimiento, la innovación, la digitalización y la economía circular. En esta línea, el estudio destaca que dos de cada tres empresas integran la economía circular en sus informes. En concreto, ocurre en todas las empresas del mercado energético, seguidas del tecnológico (86%), de la industria y la construcción (80%), de las empresas de bienes de consumo (43%) y de servicios de consumo (36%).
En cuanto al bloque de personas, desciende moderadamente el porcentaje de empresas que comunica sobre políticas de igualdad de género. Si bien ha habido algunas mejoras en cuanto a la información sobre igualdad de oportunidades y diversidad en la plantilla, ha empeorado ligeramente el número de empresas que reportan sobre discriminación en la contratación de personal. En 2021 el 43% de las empresas reporta de modo general y solo el 4% lo hace de manera detallada (en ambos casos 2 puntos por debajo de 2020). También empeora el reporte sobre la discriminación en la retribución salarial. En 2021, el 39% de compañías menciona este tipo de políticas, 10 puntos menos que en 2020. En cambio, sí han aumentado del 16% al 25% el reporte sobre políticas de conciliación. Algo similar sucede con los protocolos contra el abuso laboral, cuyo reporte ha subido dos tercios respecto al año anterior.
Se estanca el consumo de energía renovable
En el ámbito del planeta, se frena el porcentaje de empresas cotizadas que reporta consumir energía renovable y cae un punto respecto al año anterior (del 67% al 66%). Según se deprende del informe, existen resultados desiguales sobre la progresión de empresas que reportan los alcances de sus emisiones de CO2. En cuanto al alcance 1 (emisiones propias) se observa una caída del 2020 al 2021 del 74% al 70%. El reporte de las emisiones de alcance 2 (emisiones de energía adquirida) aumenta seis puntos hasta el 69%. Por último, el informe subraya la urgencia de introducir medidas para combatir el cambio climático y para reducir drásticamente las emisiones y advierte de que el porcentaje de empresas que define políticas para tratar residuos peligrosos es todavía muy bajo. El 77% de las empresas no lo hace, mientras que el 20% se refiere a ello de forma superficial, y tan solo el 3% describe en detalle cómo lo aplica.
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