La alarma de tu calendario expandida en tus múltiples dispositivos, ya te está avisando, ha llegado el día. Hoy tienes esa reunión de trabajo por la que tanto te has preparado. Para muchos, esta notificación es sinónimo de inminente dolor estomacal, escalofríos corporales, y sudor constante en las manos. Pero, ¿y si pudieras alejar todos estos síntomas y simplemente concentrarte en el contenido de la reunión? Ya no suena algo tan dispar cuando dispones de las herramientas idóneas para hacerlo.
Cada vez más, existe cierta sensación de que mostrar los nervios es un factor negativo, y más aún cuando éstos se manifiestan en el entorno laboral. Sin embargo, los nervios y sus múltiples expresiones no son más que una reacción de nuestro organismo ante una situación en la que no tomamos el control en su totalidad. Y es que aunque gran parte de la población en alguna ocasión ha padecido sensaciones de estrés ante un encuentro laboral, lo cierto es que España es uno de los países menos estresados en este ámbito. Tal afirmación queda recogida en un estudio realizado por Cigna Corporation bajo el nombre ‘360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond’, donde los expertos concluyeron que el 71% de los encuestados en España reconoce haber sufrido estrés laboral frente al 85% del promedio mundial.
Para poder hacer frente a una reunión de trabajo o cualquier actividad de este calibre, debemos tomar conciencia de la situación e introducir ciertos hábitos que nos permitirán estar más tranquilos. De este modo, “una reunión importante no tiene por qué convertirse en un momento de nervios, es más, debemos ser capaces de aprovecharlo y sacarle partido sin temor a equivocarnos. Eso sí, siempre con las herramientas correctas que nos garanticen el éxito del encuentro”, explican desde BizAway, scaleup de viajes corporativos.
Consciente de la importancia que tiene una reunión para transmitir todo aquello en lo que hemos estado trabajando y no perder la oportunidad de visibilizar nuestra labor y la del equipo, BizAway acerca los 4 tips clave, que debemos anotar para lograr estar tranquilos y transmitir con seguridad ante un encuentro de negocios:
Antes de la reunión
- Relaja tus músculos. Cuando los nervios se apoderan de uno mismo, uno de los síntomas más famosos es la tensión corporal. Por ello, es de especial importancia tener a mano unos sencillos ejercicios para relajar la rigidez que nos puede ocasionar lesiones a largo plazo. Seguramente la zona de las cervicales se lleva la peor parte, por ello es importante movilizar el cuello de lado a lado y acompañar el movimiento aplicando el peso de nuestras manos. A continuación, puedes levantarte de la silla y agitar tus piernas para destensar dicha zona. Por último, un movimiento que seguro va a ayudar es abrir y cerrar la boca como si se tratase de vocalizar exageradamente. Con estos 3 movimientos, nuestro cuerpo debería notarse más ágil y con menos tensión ad hoc.
- Tomate un descanso. Frente a una reunión de trabajo con un guión preestablecido, solemos repetir hasta la saciedad todos los puntos para no olvidarnos de ninguno. Sin embargo, previamente a cualquier encuentro importante, recomendamos tomarnos un respiro y dejar de darle vueltas al discurso. Debes alejarte de ese papel que tienes entre manos y concentrarte en tu respiración. De hecho, puedes evadirte introduciendo técnicas del mindfulness o bien con el siguiente punto que proponemos. El objetivo, sin duda, es mantener la mente distraída.
- Musicoterapia por un instante. Está más que demostrado los efectos que ejerce la música sobre nuestro cuerpo, así como su capacidad relajante. Por ello, incluir una sintonía relajante antes de cualquier reunión nos guiará a esa evasión que tanto buscamos. Nada mejor que unos cascos y un té para poder introducirte lentamente en tus pensamientos profundos y así encontrar un equilibrio que te permita ir con serenidad a la reunión.
- El reloj será tu mejor aliado. Las prisas nunca son buenas, pero si se trata de trabajo aún menos. Lo ideal es acudir con tiempo suficiente al encuentro. Debes imaginarte cualquier imprevisto que pueda ocurrir con tal de llegar puntual y con margen para tomarte todo el tiempo necesario para estar tranquila. En caso contrario, las pulsaciones aceleradas de nuestro corazón solo van a ser un motivo adicional por el que estar estresados y fatigados. Así pues, debes dominar el tiempo y no que éste te domine a ti.
Una vez en la reunión y ya a punto de empezar, debes tener en cuenta dos elementos que van a jugar a tu favor y te permitirán mantener a raya cualquier nerviosismo. En primer lugar, asegúrate de tener un vaso de agua cerca, de este modo evitarás cualquier sensación de sequedad bucal y podrás ir pausando tu discurso. Por otro lado, ponte cómodo para hablar con confianza y no te olvides de mantener una posición relajada, pero a la vez firme, que te permitirá dominar el espacio y así poder generar un discurso con el que sentirte orgulloso.
En definitiva, los nervios no tienen porqué ser los culpables de que una reunión vaya bien o mal, debes aprovechar los momentos oportunos como el trayecto del viaje de negocios para ir relajándote. Con los tips perfectos, los nervios se convertirán en un recuerdo del pasado o en una oportunidad para trabajar la confianza de uno mismo, ya sea en un viaje de trabajo, en una reunión o en el día a día de la oficina.
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