Meandyoutoo, compañía experta en inclusión y PrideCom, consultora experta en People Engagement y Comunicación Interna, lanzan, con el apoyo de la Cámara de Comercio Franco Española y la Cámara de Comercio Francesa de Barcelona, un pulse check para analizar la situación actual sobre la discriminación de género y el acoso en las compañías nacionales.
El pulse check recoge un diagnóstico detallado de los estereotipos existentes en el trabajo, así como situaciones en las que se dan casos de sexismo benevolente, hostil e incluso acoso sexual. Igualmente, presenta conclusiones y un plan paso a paso para las compañías interesadas en mejorar su cultura de la igualdad, su experiencia de empleado y crear entornos libres de discriminación de género.
«En las últimas décadas hemos avanzado en la prevención de estos comportamientos, tanto en materia legislativa, como en el compromiso de las empresas, sin embargo, los resultados desvelan que todavía queda camino por recorrer. Con este pulse check queremos despertar conciencias e invitamos a las empresas a impulsar actuaciones que aseguren entornos inclusivos en sus empresas y que nos conduzcan a una sociedad más igualitaria» afirma Véronique Selosse, General Manager de Meandyoutoo en España.
Siete de cada diez personas identifican el comportamiento sexista, pero no le dan importancia
El 64% de las mujeres encuestadas y el 75% de los hombres identifican el comportamiento sexista, aunque no le otorgan demasiada importancia. De hecho, solo 3 de cada 10 tomarían partido en defensa de la persona ofendida. Esto es lo que se conoce como sexismo benevolente, uno de los apartados en el que nuestro pulse check indaga en profundidad y en el que introducimos el concepto «El testigo pasivo», aquella persona que en el ámbito del trabajo reconoce como negativos estos momentos, pero apela a la defensa individual.
No reforzar este rol indiferente está en manos de las propias personas (por ejemplo, solo 3 de cada 10 mujeres considera que, si una situación te incomoda, hay que decirlo), pero también juegan un papel clave los mánager y la dirección de la empresa. Tal y como explica Silvia Lázaro, consultora experta en diversidad e inclusión de Meandyoutoo: «Concienciar a mujeres y a hombres sobre la importancia de no minimizar estas situaciones es el primer paso para que las compañías trabajen en la prevención de estas actitudes. Un dato muy positivo es que cerca del 80% de las personas entrevistadas indican que sus líderes están comprometidos con las políticas de igualdad; y es cierto que ha habido avances en esta materia, pero esa percepción cambia cuando no eres objeto de la desigualdad, por ejemplo, cerca del 30% de las mujeres piensa que no hay equidad en la promoción para puestos de responsabilidad frente al 10% de los hombres que tiene esa opinión. La empresa debe jugar un papel más activo, con medidas concretas como es la inversión en formación para romper estereotipos y prevenir comportamientos sexistas».
El 50% de los mánager y profesionales de Recursos Humanos tiene estereotipos de intensidad media y no reciben formación
El nivel de sensibilización de los Recursos Humanos no es mucho mayor que el del resto de los empleados. Así lo demuestra nuestro pulse check, al responder el 29% de estos profesionales a preguntas en las que minimizan las situaciones de acoso o agresión sexual. Esta falta de intervención también sucede en el 96% de aquellos que sí identifican el sexismo hostil, pero que, en última instancia, tampoco actúan. 3 de cada 10 considera que la persona agredida debe defenderse sola.
«No por ser parte de un departamento de personas, ocurre que se reciba más formación en materia de igualdad y discriminación de género. De hecho, el 41% de los participantes afirma nunca haberla recibido. La sensibilización de este colectivo es clave y debemos ofrecerles herramientas que les permitan impulsar este tema entre su plantilla y convertirse junto a los mánager en aliados y embajadores de la inclusión», afirma Sonia Ruiz, CEO de PrideCom, quien también concluye «que el 38% de las mujeres consideren que sus empresas están iniciándose en la cultura de la igualdad, e incluso que un 50% opine que existen diferencias en la promoción interna, pone de manifiesto el trabajo que queda por realizar en estos departamentos».
Un 24% no identifica como acoso sexual una relación entre un jefe y una becaria en una fiesta
Una de las preguntas del cuestionario hacía referencia a una relación sexual entre un responsable de equipo y una becaria que había bebido en un afterwork. A la respuesta de si lo consideraban agresión sexual, 2 de cada 10 respuestas consideran que no lo era. Y del total de personas que sí identifican el sexismo hostil (67%), un 85% de ese total tampoco lo manifestaría como tal.
Esta situación pone de manifiesto la delgada línea roja que todavía existe en la detección del acoso cuando se trata de una relación de trabajo con presión jerárquica. Todavía tenemos la percepción de que ligar en la oficina (incluso habiendo dependencia de puestos), a priori, no se considera acoso.
Las empresas no disponen o no hacen públicos códigos éticos en los que se deje evidencia de lo inapropiado de estas acciones, nuestra recomendación pasa por describir casos concretos así no existirá espacio para la confusión. «Es llamativo que 4 de cada 10 personas encuestadas desconozca si sus empresas tienen un protocolo de actuación para la prevención del acoso sexual o por razón de género», indica Silvia Lázaro.
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